La 'teleco' Global Crossing presenta suspensión de pagos
La compañía de redes de comunicaciones Global Crossing decidió ayer acogerse a la ley de quiebras estadounidense. La decisión, que en la práctica supone suspender pagos y quedar bajo protección judicial, permite a la compañía reorganizarse con el apoyo de nuevos socios que aportan 750 millones de dólares (847,5 millones de euros).
La compañía con sede en Bermudas se ha declarado en suspensión de pagos con un pasivo de 12.400 millones de dólares (14.012 millones de euros) y 22.400 millones (25.312 millones de euros). El expediente de Global Crossing es el cuarto, por volumen, de la historia de Estados Unidos.
Global Crossing es la última compañía del emergente mercado de telecomunicaciones que se acoge a la ley de quiebras por el elevado peso de su deuda, un pasivo que la compañía ha acumulado en su carrera por crear una red que conecta 200 ciudades en 27 países. La compañía se ha visto afectada, principalmente, por la caída de la demanda, el descenso de precios para las redes de alta velocidad, y particularmente, en las rutas submarinas.
La cotización de los títulos de Global Crossing fue suspendida ayer a raíz del anuncio. La compañía señaló en un comunicado que había firmado una carta de intenciones con Hutchinson Whampoa y Singapore Technologies Telemedia para que tomen una participación mayoritaria en el capital a cambio de inyectar 750 millones de dólares en efectivo para aliviar las maltrechas finanzas de la sociedad. La entrada de Hutchinson y Singapore Technologies está condicionada a que los tribunales aprueben el plan de reflotamiento del grupo. Los acreedores, según las líneas generales de la propuesta de reorganización, recuperan sus deudas parte en efectivo, parte en nueva emisión de deuda y en acciones de la compañía que se pondrán en el mercado con una nueva ampliación.
Los nuevos socios son accionistas de la filial de Global Crossing en Asia, que no se ha acogido al expediente de suspensión de pagos.
John Legere, primer ejecutivo de Global Crossing, señaló ayer que 'la entrada de los dos nuevos socios en el capital refuerza nuestro convencimiento de que la compañía tiene un futuro claro. La inyección de fondos, junto con el plan de reestructuración de deuda que propondrá la compañía al juez, reforzará nuestro balance y permitirá a Global Crossing construir un negocio sostenible sobre su red actual'.
Operaciones en el exterior
Según fuentes del grupo, las operaciones internacionales no se verán afectadas por la decisión de acogerse a la suspensión de pagos.
La compañía ha contratado al banco de negocios Lazard Frères para que participe en el plan de refinanciación.
La situación de la multinacional se ha venido complicando desde el pasado verano y los rumores de una posible suspensión de pagos han sido constantes desde entonces. En el tercer trimestre del año pasado (último dato disponible), las pérdidas de la sociedad de redes ascendieron a 3.400 millones de dólares (3.842 millones de euros). Standard & Poor's, en diciembre, rebajó la calificación de deuda de Global Crossing a la categoría de bonos basura y dijo que la compañía lo tenía difícil para presentar un proyecto viable.
El auditor de Global Crossing es Andersen, la firma de servicios profesionales que está siendo particularmente afectada por el colapso de Enron. Andersen sólo cobró el año pasado 2,3 millones de dólares por auditar las cuentas de Global Crossing, pero también ingresó 12 millones de dólares por otros servicios de consultoría.
Global Crossing fue fundada en 1997 por un antiguo ejecutivo de Drexel Burnham Lambert, Gary Winnick, que sigue siendo el principal accionista individual de la compañía.
El principal fallo de la compañía, según los analistas, ha sido la falta de alternativa del grupo en la búsqueda de nuevos negocios ante el recorte de gastos que han acometido los principales clientes del grupo, las operadoras de telecomunicaciones y las empresas de Internet.