Aznar llama a empresarios y sindicatos a flexibilizar sin dogmas el mercado laboral
El primer emplazamiento que hizo ayer José María Aznar tras ser elegido, por quinta y última vez, presidente del PP, lo dirigió a José María Cuevas, Cándido Méndez y José María Fidalgo, sentados entre los invitados a la clausura del congreso del PP. Les animó a trabajar en una nueva reforma laboral que flexibilice el mercado de trabajo para evitar sus rigideces, el único camino, en su opinión, para alcanzar el pleno empleo.
El primer emplazamiento que hizo ayer José María Aznar tras ser elegido, por quinta y última vez, presidente del PP, lo dirigió a José María Cuevas, Cándido Méndez y José María Fidalgo, sentados entre los invitados a la clausura del congreso del PP. Les animó a trabajar en una nueva reforma laboral que flexibilice el mercado de trabajo para evitar sus rigideces, el único camino, en su opinión, para alcanzar el pleno empleo. El presidente añadió que aprovechará la presidencia europea y, en concreto, la cumbre prevista en Barcelona, para exponer también estas ideas. 'Hay que flexibilizar el mercado laboral sin dogmas, haciendo posible la movilidad geográfica; a empresarios y sindicatos os corresponde salvar los obstáculos...', aseguró. Esta apuesta figura también en la ponencia económica aprobada ayer, que incorpora, además, el compromiso de reformar la negociación colectiva y el acceso a las prestaciones por desempleo.
Aznar confirmó que la próxima reforma fiscal se orientará a ayudar a las familias numerosas y a las madres con hijos pequeños y se comprometió a promover una 'revolución tranquila' en el campo educativo.
El presidente salvó en su discurso el horizonte temporal, 26 meses, que le restan en el cargo. De hecho, habló de que el PP ya dispone de proyecto para la próxima década, que calificó de 'crucial' para el futuro de España.
Aznar aprovechó también para reiterar a Convergencia i Unió la invitación a entrar en el Gobierno central, oferta que definió como 'seria y amistosa'. A su juicio, los partidos nacionalistas deberían comprometerse más 'con los intereses generales', una vez terminado el proceso de descentralización. La reforma de la Constitución tampoco entra en los planes del presidente del Gobierno.
Las críticas al PSOE fueron veladas. Le acusó de forma implícita de mantener un discurso distinto en cada comunidad autónoma y de apostar en estos momentos por una política equivocada en el País Vasco. A José Luis Rodríguez Zapatero le ofreció la negociación de un pacto de Estado sobre la financiación de los ayuntamientos.
'Estoy conmovido'
Aznar sólo aludió ayer en una ocasión a su decisión de no volver a encabezar el cartel electoral. Fue después de que el secretario general del PP, Javier Arenas, vinculara su futuro político al del presidente del Gobierno y le citara como un 'ejemplo claro de grandeza y generosidad'. Aznar confesó que pese a su carácter distante se sentía 'conmovido' tras la decisión del congreso de elegirle al frente del PP por quinta vez consecutiva. Su mandato vence en 2005, por lo que si el candidato que le sustituya gana las elecciones generales de 2004, ambos compartirían diez meses de bicefalia.
El XIV congreso finalizó ayer con la confirmación de que los tres vicesecretarios generales, Rodrigo Rato, Jaime Mayor Oreja y Mariano Rajoy, siguen colocados en la línea de salida para encabezar el cartel electoral de 2004. Si hay que juzgar por los aplausos y las menciones hechas por Aznar durante el congreso, los tres compartirían las mayores posibilidades con Javier Arenas y el ministro de Justicia, Ángel Acebes, quien repite en el cargo de presidente del Comité Electoral Nacional.
En el PP se considera que algunos interrogantes sobre la sucesión empezarán a despejarse si Aznar cambia el Gobierno tras el semestre de presidencia comunitaria teniendo en cuenta las candidaturas a las elecciones locales y autonómicas del año que viene.
Rodrigo Rato fue, de los tres vicesecretarios generales, el que hizo el sábado un discurso más generalista, que algunos compromisarios se atrevieron a definir como de Estado.
El cambio generacional se abre paso en el comité ejecutivo
El núcleo duro del comité ejecutivo ha salido intacto del congreso. La secretaría general y las tres vicesecretarías se mantienen en las mismas manos. Los coordinadores de área también permanecen en sus puestos, a excepción de la primera teniente de alcalde del Ayuntamiento de Madrid, Mercedes de la Merced, sustituida en la secretaría de Formación y Estudios por Eugenio Nasarre, un hombre de origen democristiano con amplia experiencia en coordinar los discursos del presidente del Gobierno. Al área de Relaciones Internacionales ha sido aupado el joven diplomático Jorge Moragas.
Aznar ha aprovechado el reparto de las vocalías para reforzar el cambio generacional. De ellas salen el ex alcalde de Madrid José Luis Álvarez y el ex ministro Rafael Arias Salgado, entre otros, para dar entrada a jóvenes promesas como Adolfo Suárez Illana, hijo del ex presidente del Gobierno; el secretario de Estado de Hacienda, Juan Costa; el responsable de Política Territorial, Gabriel Elorriaga, y el secretario de Estado de Justicia, José María Michavila.
Aznar también ha promocionado a la dirección del partido a la secretaria de Estado de Presupuestos, Elvira Rodríguez, redactora de la ponencia económica del congreso, y al portavoz de Economía en la Cámara Baja, Vicente Martínez Pujalte, quien se ha dado sobre todo a conocer por la defensa del Gobierno en el caso Gescartera.
En la nueva dirección se sientan en total once ministros. Todos, a excepción de Anna Birulés (Ciencia y Tecnología) y Pío Cabanillas (Portavoz), que no militan en el PP; de Miguel Arias Cañete (Agricultura) y de Jesús Posada (Administraciones Públicas). El titular de Medio Ambiente, Jaume Matas, sí tendrá un asiento en el comité ejecutivo en su calidad de responsable del PP balear.
El presidente de Endesa, Rodolfo Martín Villa, continúa en la Junta Directiva Nacional.