La nueva economía, a la cabeza
Los grandes índices estadounidenses mantienen posiciones casi intactas en los últimos años, con valoraciones excesivas y sin que los grandes acontecimientos negativos hayan tenido una influencia especial. No ha sucedido lo mismo con los índices relevantes europeos. Y menos, con los valores de la nueva economía.
Los analistas más fríos explican este fenómeno extraño por el trasvase de fondos desde sectores de un mismo mercado y entienden que los títulos tradicionales han actuado como refugio, sin quererlo en muchas ocasiones y sin tener el respaldo de buenos fundamentales.
Los varapalos más espectaculares se han producido desde marzo de 2000 en acciones vinculadas con la nueva economía. El Nadaq y los nuevos mercados europeos han capitulado en la misma proporción que subieron.
En el estreno de 2002, es el Nasdaq el que mejor fuerza relativa acumula. Hay un efecto especulativo lógico, dicen los expertos, porque el dinero tiende a cubrir posiciones en los primeros compases de cada año en aquellos títulos más vapuleados en el ejercicio anterior.
Hay quien va más lejos y fundamenta el mejor color de los valores tecnológicos en la apuesta de unos resultados en 2002 mejores de lo esperado por el consenso, siempre y cuando, claro está, que ayuden las circunstancias económicas.
Por eso, el seguimiento que hacen operadores, inversores, especuladores y analistas en las últimas jornadas de los resultados empresariales en Estados Unidos es máximo.
Hoy, como ayer, existe una especial armonía entre lo que predican los analistas a la hora de estudiar los resultados y las reacciones de las Bolsas. Los términos que se utilizan para mover las cotizaciones son "mejor o peor de lo esperado", nunca que los resultados han sido buenos o pésimos.