El gasto de los estadounidenses se mantuvo en diciembre
El consumo resiste. Pese a los temores del presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, los estadounidenses siguen consumiendo y en diciembre las ventas al por menor cayeron sólo un 0,1%, mucho menos de lo previsto.
Las compras de Navidad han sido menores que otros años, pero no tan malas como los analistas habían previsto. El aumento del paro hasta el 5,8% no ha disuadido a los consumidores, aunque han contado con la complicidad de los comerciantes, que han animado las venta con fuertes descuentos. El retroceso del 0,1% sigue a una fuerte caída de ventas al por menor en noviembre del 3% y una importante subida en octubre (6,4%). Los analistas esperan claves que confirmen que lo peor de la crisis ha pasado.
Las ventas reflejan las caídas de las matriculaciones de coches, un capítulo que ha mantenido muy robusta la demanda hasta ahora, pero también muestran cómo los sectores de la electrónica, el vestido y los muebles han evolucionado positivamente. De hecho, las ventas de ropa, que han preocupado a los analistas, han crecido un sorprendente 2,6%.
Las cifras de diciembre cierran un trimestre en el que ha visto cómo las ventas han crecido un 11%, el mejor dato trimestral desde los primeros tres meses de 2000. Pero la lectura anual es mucho más negativa: en todo 2001 las ventas minoristas han crecido un 3,4%, el peor dato desde 1991 (entonces el aumento de ventas fue de tan sólo el 0,6%) y sustancialmente por debajo del avance del 7,6% registrado en 2000. Los datos de consumo son importantes porque representan el 28% del PIB.
Con todo, el temor a una contracción de la demanda si el paro sigue subiendo se mantiene. Las previsiones apuntan que la tasa de paro llegará al 6% o 6,5%. Para Greenspan un freno a la demanda supondría un paso atrás en la recuperación industrial, que empieza a detectarse con la caída de los inventarios.
Tampoco el presidente de EE UU, George Bush, ha querido parecer muy optimista y ayer, en su segundo día de gira por el país para promocionar su agenda económica, volvió a pedir apoyo para dar salida a un nuevo paquete de estímulo a la economía. Según Bush, aún son necesarias medidas de este tipo para revitalizar la economía.
El presidente ya dijo la semana pasada que volvería a presentar un paquete de estímulo (con importantes recortes de impuestos) en los próximos Presupuestos. El anterior paquete de medidas fue declarado "muerto" por la mayoría demócrata en el Senado, que negó su aprobación. Los demócratas consideran innecesarios más recortes de impuestos.