El salón del automóvil de Detroit abre pendiente del ajuste de Ford
Desde ayer y hasta el día 21 se abren las puertas del Cobo Center de Detroit, la cuna del automovilismo estadounidense, para dar acogida al más importante de los salones de este país. A pocos días de hacer públicos unos resultados que van a acusar el mantenimiento artificial del mercado a través de ofertas, la atención está más centrada en conocer los planes de ajuste de Ford que las novedades presentadas por las automovilísticas.
Hace un año Ford presentaba en Detroit uno de los coches más llamativos de la muestra, el remodelado Thunderbird. Un ejemplo más de cómo las automovilísticas miraban a su pasado para buscar un icono. Pese al éxito de su presentación, el Thunderbird tuvo un debut accidentado por problemas mecánicos. Ford buscaba un símbolo y el coche se convirtió en toda una metáfora.
En 2001 la segunda automovilística del mundo ha roto con su proveedor Firestone, por problemas de calidad, y está envuelta en litigios junto con el fabricante de neumáticos por los accidentes de uno de sus modelos que han causado más de 100 muertes en EE UU.
Además, la recesión y los ataques de septiembre han forzado a la compañía a seguir a su competidora, General Motors, en una política de financiación al 0% desde noviembre, para animar el mercado. Pese al esfuerzo financiero, sus ventas han caído un 5,8% en el segundo mejor año para el mercado después de 2000, cuando se vendieron 17,4 millones de vehículos en Estados unidos.
Los cálculos de los analistas indican que Ford, que dejó los números rojos en 1992, perderá unos 2.350 millones de euros. Se espera que su nuevo presidente, William Clay Ford, presente un plan de ajuste en Norteamérica que afecte a unos 20.000 trabajadores. El cierre de fábricas será difícil por el compromiso de las automovilísticas con el sindicato del sector (UAW) de moratoria de cierres hasta 2003. La alternativa es reducir turnos y prejubilar, aunque Chrysler rompió ese pacto en 2001.
Ford ha sido la gran perdedora de la carrera de ventas a favor de GM que ha recuperado cuota y ha vendido más vehículos ligeros que Ford. Según los analistas entre las tres de Detroit, sólo GM puede ganar dinero este año (entre 670 y 1.120 millones de euros). Chrysler perderá 2.800 millones de euros.
Exceso de capacidad
En esta carrera todos corren lesionados. El problema de la industria es la sobrecapacidad. Según PriceWaterhouseCoopers, entre 1990 y 2000 la capacidad mundial para fabricar vehículos ha pasado de 58 millones de unidades a 78. En 2001 se montaron 53 millones de automóviles.
Con el 30% de capacidad en punto muerto la industria pierde rentabilidad y lo peor es que las ventas se hacen a fuerza de descuentos. Un estudio de JD Power asegura que el año pasado las automovilísticas invirtieron unos 44.700 millones de dólares en este capítulo. Sólo la financiación al 0% ha hecho perder a cada marca 2.570 dólares en cada coche vendido.
Las previsiones de mercado para 2002 sitúan el volumen de ventas en una media de 15,5 millones de unidades. En parte los descuentos de 2001 han adelantado compras de 2002. Para hacer frente a la caída, GM ha retomado su política de descuentos cuando según los expertos las empresas europeas son las que mayor margen tienen para aumentar sus ofertas.
La razón es que la diferencia cambiaria del euro frente al dólar beneficia a las europeas y la mayoría de los coches que venden, sobre todo BMW, Mercedes y Volkswagen, pertenecen al segmento más alto y rentable. De momento las empresas europeas son junto con las asiáticas las que más mercado ganan en EE UU. El año pasado llegaron al 7% y éste, los coches que presentan en Detroit garantizan, según los expertos, que se llegue al 10%.
También las asiáticas están en mejor forma. Mitsubishi rompe récords de ventas, Toyota y Honda se disputan en las clasificaciones de turismos el primer puesto (en 2001 ganó el Accord de Honda) y la paridad dólar yen es incluso mejor que la del billete verde y el euro. Su cuota crece gracias a modelos cada vez más americanos y ya sobrepasa el 30%.
Lujo para lidiar contra la crisis
Aunque 2001 ha sido el segundo mejor año de la historia de EE UU en ventas, también ha sido el primer año de retroceso desde 1996. Para hacer frente a 2002, para el que se espera una caída del mercado del 9%, las automovilísticas presentan el refuerzo de su gama más alta como estrellas de la muestra. El objetivo es crecer en un mercado en el que los márgenes son más altos. Lo cierto es que, además, estos coches fueron pensados hace más de un año cuando el mercado estaba en su mejor momento.
Hasta ahora, quien más titulares previos al Salón acapara en la prensa especializada es BMW y su remodelada Serie 7, un coche que no se adapta del todo al estilo americano. La empresa alemana, que ha sobrepasado a Mercedes en ventas en 2001, lanza en primavera el Mini que ya presentara el año pasado. También desde Europa Volkswagen y Mercedes darán a conocer cada una un prototipo y Volvo muestra su primer todo terreno XC90. Land Rover presenta su rediseñado Range Rover y Ferrari vuelve a poner la marca Maserati en el mercado norteamericano.
La estadounidense General Motors expone su nuevo Cadillac basado en el deportivo Corvette y Ford presenta dos rediseños de vehículos. Chrysler da a conocer su nuevo icono, el deportivo Crossfire. Entre los japoneses Lexus añade un todo terreno, el GX470, a su lista de coches deportivos al igual que Honda con su Pilot. Nissan muestra prototipos de su compacto Quest y un todo terreno el FX 45 de su marca de lujo Infinity.