Las empresas españolas han invertido 15,71 billones en Latinoamérica
Las empresas españolas llevan años invirtiendo en Latinoamérica como escenario natural de su expansión internacional. Telefónica, Repsol, SCH, Endesa y BBVA son los principales inversores en la región, pero medio centenar de compañías cotizadas se ven afectadas cada vez que estallan tormentas en la zona. América Latina aportará el 32,18% del beneficio neto previsto para 2001 a estas empresas, según la sociedad de valores del Santander, resultado directo de 15,71 billones de pesetas de inversión acumulada.
Argentina ha sido el destino principal de la inversión del medio centenar de empresas cotizadas españolas con intereses en Latinoamérica. De los 15,71 billones de pesetas (94.389,73 millones de euros) desembolsados por las compañías en toda la zona, 5,3 billones de pesetas (31.792 millones de euros) corresponden a Argentina, seguida muy de cerca por Brasil. A mucha distancia se sitúan Chile, México y el resto de los países latinoamericanos.
La buena noticia para las compañías con intereses en Latinoamérica es que, si bien Argentina es el primer destino de la inversión, no es la principal impulsora de los beneficios. En este campo, se cambian las tornas y es Brasil la que más aporta a los resultados netos de estas 50 empresas. De ahí el temor al efecto dominó de los problemas argentinos a su vecino Brasil y al resto de los países de la zona, porque en ese caso estaría en juego casi un tercio de los beneficios.
Telefónica, Repsol, SCH, Endesa y BBVA son, por ese orden, las que más se juegan en la actual crisis argentina, aunque todas han puesto en marcha multitud de mecanismos de cobertura para los riesgos. Además, son viejas conocidas de la zona, llevan años invirtiendo allí y han superado con éxito otras tormentas de similar o mayor magnitud, como fue la crisis del real brasileño en enero de 1999.
Entre los mecanismos de cobertura, los más habituales son los naturales. Las empresas endeudan a sus filiales en moneda local, de forma que la deuda no varíe, dependiendo de las oscilaciones de la divisa, ni se dispare con una hipotética devaluación. La contabilización de los activos en dólares es otra de las fórmulas de protección natural, que permite mantener la valoración patrimonial a pesar de las oscilaciones en las divisas. Para evitar el riesgo de tipos de interés, las multinacionales aprovechan el excedente de tesorería de unas filiales para prestárselo a otras, con lo que consiguen rentabilizar el efectivo y cubrirse.
Cuando el riesgo excede las coberturas naturales entran en juego las financieras, con la compra de productos específicos en los mercados de derivados.
Se disparan las coberturas
A pesar de que el riesgo en Argentina se ha disparado en los últimos meses, las coberturas de las empresas españolas en Latinoamérica han sido cosa de años. Telefónica, por ejemplo, elevó sus protecciones después de la operación Verónica, que multiplicó su exposición en Latinoamérica, al aumentar su participación en dos operadoras brasileñas, una argentina y otra peruana. Todo ello, hasta el punto de que el contravalor en pesetas de los productos derivados contratados por la operadora a 31 de diciembre de 2000 ascendía a 4,596 billones de pesetas. La mayor parte de estas coberturas se contrataron para protegerse de variaciones en los tipos de interés denominados y de cambio. Porque, dice Telefónica, no ha adoptado como política general la financiación en divisa local, de forma que ante amenazas contundentes, como el peligro de devaluación en Argentina, ha tenido que protegerse con derivados.
Pero las oscilaciones de las divisas no sólo tienen aspectos negativos sobre la deuda cuando está denominada en dólares, sino también sobre los resultados. Telefónica obtiene los rendimientos de sus filiales en moneda local, que tiene que traducir a pesetas al consolidarlos. Su importe en esta divisa dependerá de la variación del año tipo de cambio de la moneda local con respecto al dólar y de éste con respecto a la peseta. También en estos casos y ante un incremento del riesgo de devaluación, la operadora realiza coberturas financieras.
Ninguna cobertura, por muy meditada y bien planteada que éste, cubre al 100% los riegos, sobre todo por el elevado coste de estos productos. Así, los resultados de Telefónica se han visto muy afectados por Brasil y no de forma positiva. El crecimiento operativo de las filiales en este país es impecable, pero no así el comportamiento del real, que ha terminado por impactar en los beneficios.
La diversificación por países juega entonces un importante papel. El 56% del Ebitda de Telefónica viene de España, cuya fortaleza está compensando la debilidad de Latinoamérica. Y en esta zona el crecimiento operativo en Brasil (aporta el 22% del flujo de caja operativo) compensa el parón del consumo en Argentina (el 12% del Ebitda). Los problemas serios comenzarían si la tormenta se extendiera por toda la región.
Las energéticas intentan pasar de puntillas
Repsol YPF y Endesa, dos grupos con fuertes intereses empresariales en Latinoamérica y especialmente en Argentina, intentan capear la crisis. Para ello hace ya tiempo que pusieron en marcha mecanismos atenuantes. Repsol YPF, el principal grupo inversor en Argentina, tiene la mayor parte de sus activos en dólares. Esto mitiga el efecto que una devaluación tendría en la cuenta de resultados. Lo que sí podría afectar algo más es la caída del consumo y de la renta argentina, aunque en este caso también cuenta con un parapeto, ya que gran parte de su negocio procede del exterior y también se realiza en dólares. La calificación de parte de la deuda del grupo, sin embargo, fue rebajada el pasado viernes por Moody's, que seguía analizando nuevas rebajas en la calificación de las emisiones de la compañía petrolera.
En cuanto a la percepción que el mercado bursátil ha tenido del grupo tras la crisis, el jueves cayó un 2,13%, pero el viernes recuperó un 0,77%.
Endesa también intenta pasar de puntillas para que el caos argentino le salpique lo menos posible. El cobro de la factura eléctrica se realiza en dólares y por cuenta bancaria, lo que significa garantizar gran parte de los cobros. Aunque conserva el control de Endesur, el grupo español vendió a æpermil;lectricité de France su participación en Edenor. La repercusión bursátil ha sido relativa, ya que Endesa subió el viernes en Madrid un 2,06% (pese al ligero retroceso del día anterior), mientras que Endesa Chile ascendió un 0,80%.