El FMI afirma que el tipo de cambio de Argentina es "insostenible"
En una inesperada y contundente declaración, el Fondo Monetario Internacional (FMI) ha dejado helado al Gobierno de Argentina. Abandonando su neutralidad benevolente hacia Buenos Aires, el economista jefe del Fondo dijo ayer que el régimen cambiario argentino "no es sostenible". Mientras se recrudecen los saqueos a supermercados y las manifestaciones antigubernamentales, la definición del FMI podría precipitar los acontecimientos.
Ángel Jozami / Agencias Madrid / Washington / Buenos Aires
Las declaraciones formuladas ayer por el economista jefe del FMI, Kenneth Rogoff, no dejan lugar a dudas sobre el pensamiento del organismo multilateral. "Está claro que la mezcla de política fiscal, de deuda y de régimen cambiario no es sostenible", dijo Rogoff durante la presentación del informe sobre Perspectivas Económicas Mundiales del Fondo en Washington.
Durante la rueda de prensa realizada en la sede de la organización, Rogoff fue más allá y dijo que "las autoridades lo reconocen. æpermil;ste es el tema de las negociaciones que se están llevando a cabo [entre el FMI y el Gobierno del presidente Fernando de la Rúa]". Y remató esta revelación con un mensaje de precisión matemática: "Todo el mundo sabe que, en gran medida, el problema está en Argentina, que la solución está en Argentina, pero el FMI está listo para ayudar".
A estas alturas de los acontecimientos, nadie puede negar que el esfuerzo fiscal que realiza el ministro de Economía, Domingo Cavallo, para evitar una suspensión de pagos, se parece más a una quimera que a algo factible. Lo que el Fondo ha venido a decir por boca de Rogoff es, sencillamente, que la continuidad del ajuste fiscal no puede evitar el abandono de la convertibilidad. Sin embargo, no ha dado la respuesta en cuanto a las alternativas en juego: devaluación del peso o dolarización.
Pocas horas después de las manifestaciones de Rogoff, llegaba un indicio claro del pensamiento de la cúpula del Gobierno de George Bush, que tanta influencia ejerce sobre el Fondo. Lawrence Meyer, miembro de la Reserva Federal de Estados Unidos, indicó que los problemas que atraviesa Argentina dejan claro los fallos de los sistemas de convertibilidad o de adopción del dólar como moneda de un país, al referirse a las dificultades de los países emergentes.
Crisis social y deuda
En Buenos Aires, el Gobierno no ha reaccionado aún a las declaraciones de Rogoff. En el Palacio de Hacienda, se impuso el hermetismo y no fue posible obtener comentarios de los responsables económicos de Argentina. Sin embargo, una fuente dijo que"no descartamos que el ministro (Cavallo) hable en las próximas horas para referirse al tema". "En realidad, todo esto no cae del aire. Sólo confirma lo que el ministro de Economía hizo saber confidencialmente a banqueros e industriales argentinos después de su último viaje a Washington: que el FMI está en favor de una devaluación", dijo. Algo que fue negado por Cavallo y por el FMI de manera inmediata en aquel momento.
Ahora, en medio de una negociación crucial con la oposición peronista para lograr la aprobación del proyecto de Presupuesto del año próximo, la opinión del Fondo pone en cuestión toda la política de Cavallo. Su apuesta es lograr antes de fin de año un preacuerdo con los gobernadores provinciales y legisladores nacionales del peronismo para poder presentar ante el FMI un Presupuesto que contemple sus exigencias fiscales. Sobre esa base, conseguir que el organismo libere 1.264 millones de dólares (1.400 millones de euros) para hacer frente a los vencimientos de la deuda pública de este mes. Y, sobre todo, para obtener el respaldo internacional en el canje de la deuda con los acreedores internacionales.
Todo esto, en un contexto de completo aislamiento político, con saqueos de pobres a supermercados y crecientes manifestaciones de comerciantes y obreros, que protestan por la falta de dinero tras la congelación de los depósitos bancarios. La situación se agravó ayer, con nuevos conatos de asaltos a hipermercados y una fuerte protección policial.
"Lo del FMI podría tener un efecto devastador sobre el plan de Cavallo y desencadenar su dimisión", dijo ayer un banquero a este periódico.