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La industria pesquera de Málaga se reorienta hacia la transformación

El sector pesquero de Málaga ha emprendido el camino de la industrialización. En los últimos cinco años se han creado 18 empresas y se han modernizado otras 7. En total, las 25 facturan 10.000 millones de pesetas (60,1 millones de euros). En este tiempo, la flota pesquera ha mandado al desguace un centenar de embarcaciones.

Tradicionalmente el sector pesquero ha sido extractivo. Compuesto por pequeñas embarcaciones de cerco y arrastre que capturaban en el litoral más próximo pescadillas, sardinas, boquerones y algunos mariscos. Junto a estos barcos, otro medio centenar faenaba en aguas marroquíes.

Las escasas posibilidades de los caladeros locales y la imposibilidad de acudir a los magrebíes han provocado un importante estancamiento del sector extractivo. De las 600 embarcaciones que había hace cinco años, quedan 500, y de las 50 que operaban en Marruecos, hay ahora 16 amarradas a puerto. En este tiempo, más de un centenar de barcos ha acabado en el desguace. Ha sido el precio de la adaptación de un sector, que factura 4.000 millones de pesetas (24 millones de euros) que ha visto en la transformación de los productos pesqueros una vía alternativa a la extracción.

Según los datos que maneja el delegado de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía en Málaga, José María Rodríguez, desde 1996 se han invertido más de 600 millones de pesetas (3,6 millones de euros) en la modernización de siete empresas y la creación de otras 17 dedicadas a la transformación de pescado.

De los 600 millones de pesetas empleados, 350 (2,1 millones de euros) proceden de fondos IFOP (Instrumento de Fomento y Ordenación Pesquera) que, procedentes de la Unión Europea, gestiona la Junta de Andalucía.

Las 25 empresas que actualmente se dedican a la transformación y comercialización de pescado, tanto fresco como congelado y ahumado, facturan anualmente 10.000 millones de pesetas (60,1 millones de euros) y han generado 120 nuevos empleos.

Entre estas firmas destaca Vensy, una compañía impulsada por la familia Martínez Ubago, que hace año y medio fue adquirida por el grupo francés Labeyrie. Vensy, bajo la marca Skandia, es líder en España en el segmento del salmón ahumado, con ventas que se sitúan en torno a 5.000 millones de pesetas (30 millones de euros).

La acuicultura ha sido la segunda alternativa elegida para transformar el sector. En el último año se han destinado 1.000 millones de pesetas (seis millones de euros) a la puesta en marcha de tres empresas dedicadas a la producción y comercialización de pescado y moluscos. Dos de ellas, ubicadas en Estepona y Marbella, se han especializado en la crianza y venta de dorada, lubina y rodaballo, y la tercera, Cultivos Marinos de Andalucía, ha invertido más de 200 millones de pesetas (1,2 millones de euros) en instalar cable submarino para la cría de mejillones en Marbella.

Además, la Junta acaba de concederle autorización para instalar y explotar 15 bateas en Vélez-Málaga, también para la cría de mejillones. Esta segunda fase del proyecto de Cultivos Marinos de Andalucía exigirá una inversión de unos 400 millones de pesetas (2,4 millones de euros).

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