_
_
_
_
INTERNACIONAL

El Gobierno ruso negocia hoy con las petroleras la oferta de crudo

La expectativa de un gran acuerdo internacional para recortar la producción de petróleo ha disparado la cotización del barril de crudo, que esta semana ha ganado casi tres dólares. Tras las reticencias iniciales, Rusia está ahora muy cerca de aprobar un recorte sustancial. El Gobierno se reúne hoy con las empresas para negociar el volumen de la reducción.

El Ejecutivo ruso ha dado marcha atrás. El primer ministro, Viktor Khristenko, que la semana pasada había rechazado tajantemente reducir las exportaciones rusas de petróleo, afirmó ayer que Moscú está preparado para hacer "un gran esfuerzo" y apoyar a la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) reduciendo su producción y sus exportaciones.

La OPEP, que produce el 40% del petróleo mundial, reclamó la semana pasada el apoyo del resto de los grandes productores exigiéndoles que redujesen su producción en una cuantía de 500.000 barriles diarios. A cambio, el cartel retiraría del mercado 1,5 millones de barriles diarios. La fecha límite es el 1 de enero próximo.

La primera respuesta rusa fue "no". El Gobierno rechazó aumentar su oferta inicial de reducir su producción en 30.000 barriles diarios, apenas un 0,4% de lo que produce el país, segundo exportador mundial de crudo. El presidente de turno de la OPEP, el argelino Chakib Khelil, calificó la oferta de "extremadamente irrazonable".

Aproximadamente el 70% de la producción rusa está en manos de empresas privadas. La oposición enconada de las compañías se fue ablandando poco a poco hasta quedar liderada por Yukos, la segunda petrolera del país con el control del 15% de la producción.

Sin embargo, Mijail Khodorkovsky, vicedirector ejecutivo de Yukos, anunció que la empresa "obedecerá" la decisión que tome el Gobierno. La compañía tenía planes para incrementar este año su producción un 17%. Simon Kukes, director ejecutivo de Tyumen Oil (9% de la producción), cifra el recorte entre los 100.000 y los 150.000 barriles. Ante la imparable caída de la cotización, empresas y Gobierno ruso parecen estar cambiando de estrategia: la defensa del precio gana frente a la ambición de ganar cuota de mercado.

Noruega, otro de los aludidos por la OPEP, también ha cambiado de postura. "Si hay acuerdo entre la OPEP y los no-OPEP, tengo el mandato de ordenar una reducción de la producción de entre 100.000 y 200.000 barriles diarios", afirmó ayer el ministro noruego de Energía, Einar Steensnaes. México y Omán también han hecho el firme compromiso de reducir, respectivamente, 125.000 barriles diarios y 25.000 barriles al día.

Así pues, las perspectivas de ir a una guerra de precios con el cartel han extendido el temor entre los productores, altamente dependientes de los ingresos petroleros. Todo el mercado está ahora pendiente de la decisión rusa. Las reticencias de Moscú son comprensibles: los impuestos al petróleo representan un 20% de los ingresos fiscales y el Gobierno afronta unos duros años, con unas obligaciones de la deuda que en 2003 ascienden a 19.000 millones de dólares (21.590 millones de euros, 3,6 billones de pesetas).

Las expectativas de una reducción de la oferta provocaron que la cotización del barril de brent, el referente europeo, para entregar en enero ganase ayer más de un dólar hasta situarse cerca de los 20 dólares. El barril ha ganado más de dos dólares esta semana. Con todo, el mercado se resiente de la crisis de demanda, el brent cuesta 13 dólares menos que hace un año.

Archivado En

_
_