UBS y Crédit Suisse compran el negocio aéreo de Swissair para salvarla de la quiebra
El grupo suizo Swissair, atenazado por la deuda y la crisis del negocio aéreo, pasará la mayor parte de su actividad a la filial regional Crossair y suspenderá pagos en sus otros negocios. Crossair se hará cargo de las actividades aéreas del grupo Swissair tras la decisión de un consorcio bancario de comprar la mayoría de las acciones que el grupo tenía en la filial regional.
La medida implica la supresión de 2.560 puestos de trabajo, más del 4% de la plantilla. Las divisiones no aéreas del grupo Swissair se colocarán bajo protección judicial (equivalente a la suspensión de pagos española), según anunció ayer en rueda de prensa el primer ejecutivo del grupo aéreo, Mario Corti.
Crossair se hará cargo de la explotación de las líneas aéreas de Swissair, explicó Corti, antes de que acabe el mes. Eso implica hacerse con el 60% de los vuelos del grupo. Los dos principales bancos suizos, UBS y Crédit Suisse, pagarán al grupo Swissair 260 millones de francos suizos (173 millones de euros) por el capital que controlaba en Crossair: un 70,35% del total.
Los dos bancos concederán además a SAirlines (la división aérea del grupo Swissair) un crédito puente de 166 millones de euros.
Según un comunicado de Crossair, el consorcio bancario aprobó la concesión de un nuevo límite de crédito de hasta 500 millones de francos (330 millones de euros) y una recapitalización máxima de 231 millones de euros.
En un comunicado, Crossair instó al Gobierno federal suizo y a los Gobiernos cantonales a participar en el capital de Crossair hasta un máximo del 30% y especificó que la parte controlada por los bancos disminuirá en función de la participación de los poderes públicos.
La situación de Swissair repercute en la belga Sabena, donde tiene el 49,5% del capital. La compañía suiza ha dicho al Gobierno belga que no inyectará capital en la compañía, tal y como habían acordado dentro del plan de rescate de Sabena, que sufre, además, una huelga de pilotos.