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Sharon reitera que negociará sólo cuando retorne la calma

El primer ministro de Israel, Ariel Sharon, envió ayer un mensaje al líder palestino, Yasir Arafat, en el que le reitera que no habrá encuentros bilaterales hasta que la región no esté en calma nuevamente. El portador del mensaje fue el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Hubert Vedrine, quien previamente se había reunido con su par israelí, Simon Peres. Arafat, quien viajará a Siria, ha dicho que, en cualquier caso, se encontrará con Peres.

La muerte de una mujer israelí en un ataque que ayer se atribuyó la Yihad Islámica palestina volvió a alejar la posibilidad de que Arafat se reúna de inmediato con Peres.

Esa fue, al menos, la lectura que realizó Sharon de la situación, al ordenar la cancelación del encuentro entre su ministro y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), previsto para estas horas y con objeto de negociar un alto el fuego permanente. El primer ministro insiste en que los palestinos no están cumpliendo su condición de que haya "48 horas de calma absoluta".

En fuentes del Gobierno de Jerusalén se comentaba ayer que, varias veces postergada, la reunión tendrá lugar, si finalmente se concreta, después del Día del Perdón (Yom Kipur), la jornada de ayuno y expiación que celebrarán los israelíes desde la noche del jueves.

A pesar de las declaraciones de Sharon y del mensaje que envió ayer a Arafat con el ministro francés, el líder palestino aseguró anoche que se reunirá con Peres a su regreso de una gira por Jordania, Siria y algunas cancillerías europeas.

"Acordé con Vedrine y con Moratinos (el enviado de la Unión Europea para la región) encontrarme con Peres tan pronto como regrese", dijo el líder palestino. Sin embargo, no precisó si se refería a su regreso de Damasco, mañana, o después del viaje que tiene previsto efectuar a Europa a partir del jueves. Arafat reveló que ayer dialogó telefónicamente con Peres y que éste le manifestó su interés en reunirse con él cuando esté de vuelta en Palestina. Esta afirmación parece tener asidero si se tiene en cuenta que Peres amenazó con retirarse del Gobierno de coalición que preside Sharon, después de que éste le prohibiera reunirse con Arafat el pasado domingo, debido al asesinato de otra mujer israelí el sábado. Fuentes palestinas dijeron que su líder podría hacer una escala en Gaza mañana o el jueves, para encontrarse con Peres.

En este contexto de marchas y contramarchas con Israel, Arafat ha decidido finalmente viajar a Damasco, un viaje que fue suspendido hace dos semanas por los atentados en Estados Unidos.

Esta decisión parece una clara advertencia del presidente de la ANP a Israel, en el sentido de que está dispuesto a reactivar sus relaciones con los países árabes de línea dura si Jerusalén sigue insistiendo en boicotear su encuentro con Peres.

En este marco, Arafat viaja a Damasco con el objetivo de recuperar la relación que rompió hace más de cinco años el anterior presidente de Siria, Hafez Al Asad, lo que podría suponer un nuevo viraje en el complejo conflicto árabe-israelí. Arafat no visita Siria, al menos oficialmente, desde 1996, tres años después de firmar los acuerdos de Oslo con Israel, que desencadenaron la crisis entre la ANP y Damasco.

Las críticas sirias

Para los sirios, que nunca han firmado un acuerdo de paz con los israelíes, Oslo fue una traición a los derechos del pueblo palestino. El Gobierno de Damasco apuesta por volver a ejercer una acción firme sobre los países hermanos y resucitar una posición panárabe común para presionar a fondo a Israel para que devuelva los territorios ocupados en 1967, incluidas Alturas del Golán.

Según fuentes palestinas, durante los tres días que durará la visita de Arafat a Siria, su "objetivo será incrementar la coordinación y consolidar la cooperación ante la difícil situación regional y mundial". Una clara referencia al conflicto creado tras los ataques terroristas contra las Torres Gemelas de Nuevas York y el Pentágono en Washington.

En París, mientras tanto, el presidente egipcio, Hosni Mubarak, calificó ayer como "muy tonta" la cancelación de la reunión entre Peres y Arafat. "Retrasar esta reunión es un acto muy tonto", dijo el mandatario después de reu-nirse con su colega francés, Jacques Chirac.

"Si se quiere resolver el problema, deberíamos negociar... Sin sentarnos y negociar el problema será mucho más complicado en el futuro. Esto afectará a los intereses del mundo", dijo.

Mubarak mantuvo conversaciones con Chirac en la primera etapa de una gira europea para discutir la situación de Oriente Próximo y la perspectiva internacional después de los atentados terroristas en EE UU.

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