La caída del precio del crudo amenaza la economía de Venezuela
El país depende de la venta de crudo, que supone el 20% de los ingresos internos del país y el 60% del ingreso en divisas.
Mal comienzo para "la década de plata", prometida por el presidente venezolano, Hugo Chávez. El dato trimestral de crecimiento ha revelado un alza interanual del PIB del 3,5% en el primer periodo del año, lo que contrasta claramente con la cifra del trimestre anterior, que arrojó una subida del 6,1%.
La excesiva dependencia de los ingresos petroleros hace al país extremadamente dependiente. El ministro de Energía, Álvaro Silva, reconocía a este periódico que la venta de crudo supone el 20% de los ingresos internos del país y el 60% del ingreso en divisas. El peor comportamiento del componente petrolero del PIB ha lastrado claramente el crecimiento.
El precio medio del barril de crudo venezolano fue en el primer trimestre de 20,9 dólares. Silva afirma que cuando el petróleo baja de los 22 dólares, "se enciende la alarma roja". Los analistas del BBVA detectan otro factor alarmante: el PIB desestacionalizado (el que elimina componentes estacionales que inclinan hacia uno u otro lado el crecimiento) fue de sólo un 0,14% en ese trimestre. En esa estadística, el crecimiento del PIB petrolero fue negativo, -0,7%.
Venezuela fue uno de los miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP) que mayor presión ejerció para que el cartel aprobase la semana pasada un nuevo recorte de su producción un millón de barriles diarios.
La desaceleración económica mundial y la reducción de actividad que conlleva están azotando los países más exportadores, como es el caso de Venezuela. La Agencia Internacional de Energía (AIE) anuncia en su último informe mensual que la demanda de crudo se contraerá un 0,2% a lo largo de este trimestre y que el crecimiento respecto al año pasado será inferior a medio millón de barriles diarios, dejando la media anual en 76 millones. Un mal dato para los países de la OPEP, que representan el 40% de la producción mundial. El cartel ha reducido su oferta este año 3,5 millones de barriles diarios, dejando sus cuotas en 23,4 millones, pero la cotización internacional del crudo aún no se ha resentido.
Búsqueda de alternativas
Por eso, Venezuela se ha lanzado a la búsqueda de alternativas. Algunos proyectos son tradicionales: la promoción del turismo de los parques naturales y el desarrollo de la agroindustria.
Otra fuente consiste en aumentar la rentabilidad de los recursos energéticos. La empresa estatal Petróleos de Venezuela SA (PDVSA) ya está concediendo licencias para los proyectos de exploración y explotación de gas natural y el ministerio de Energía ha señalado su interés en incrementar su participación del negocio del refinado del crudo y la comercialización de los productos petrolíferos.
El presidente venezolano ha prometido una era de desarrollo, pero su Ministerio de Economía ya ha rebajado la previsión de crecimiento del 4,5% al 3%. Tiempos difíciles para el populismo de Hugo Chávez.
El intervencionismo de Chávez aviva la tensión
Las maneras populistas de Chávez son otro factor que agrava la situación del país. "Su intervencionismo está afectando a la política monetaria", advierte el servicio de estudios de Caja Madrid. Su amenaza en mayo de forzar al sistema bancario a una bajada los tipos de interés ha avivado el recelo de los inversores. Ahora, Chávez quiere establecer controles de capital y un tipo de cambio fijo para evitar la constante huida de divisas.
Mientras tanto, las manifestaciones se han convertido en la forma de expresión de la sociedad. Las promesas grandiosas de Chávez ("Venezuela marchará a paso redoblado para ser el modelo del mundo") se combinan con medidas restrictivas como el aumento salarial a los funcionarios, que será del 10% frente a una inflación del 12%. El pueblo parece descontento, pero Chávez lo niega y dice que "son invenciones de la prensa".