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El aumento del crédito y del dinero en circulación aleja la bajada de tipos

El dinero en circulación en la zona euro creció un 6,1% en junio sobre el mismo mes del año pasado, lo que supone una fuerte aceleración sobre el comportamiento de esta variable monetaria (M3) sobre mayo. Si a ello se añade que el crédito al sector privado ha crecido a una tasa anual del 8,4%, el Banco Central Europeo tendrá dificultades para rebajar los tipos de interés en su próxima reunión (2 de agosto), pese a la moderación de la inflación en junio y julio.

El Banco Central Europeo (BCE) considera que la evolución de la masa monetaria está bajo control y no pone en peligro la estabilidad de precios cuando su crecimiento medio en un trimestre está en el 4,5% o por debajo. Por tanto, ahora está seriamente fuera de control el crecimiento de la cantidad de dinero en circulación, instrumento que en manos de los agentes económicos activa la demanda y, por tanto, puede forzar subidas de precios.

La masa monetaria incluye las monedas, billetes en circulación y las inversiones financieras a corto plazo, es decir, el dinero disponible rápidamente para la compra de bienes, y se utiliza como uno de los indicadores de inflación a medio plazo más fiables.

En el trimestre de abril a junio, el crecimiento de la masa monetaria se situó en el 5,3%, cinco décimas por encima del registrado en el periodo comprendido de marzo a mayo.

Esta media móvil trimestral sirve de referencia al BCE para evaluar el desarrollo de la masa monetaria, porque las fluctuaciones en un solo mes de los datos incluidos en el agregado hacen su análisis menos fiable.

El crecimiento del crédito al sector privado en el mes de junio sobre junio de 2000 fue de un 8,2%, frente al 8,4% registrado en tasa anual sólo un mes antes; pese a la ligera desaceleración, la demanda de crédito sigue muy pujante.

El instituto emisor europeo recalcó ayer en la nota de publicación de estos datos que "hay indicios de que los datos de la masa monetaria están distorsionados al alza por participaciones de títulos y deuda de ciudadanos no residentes en la zona euro".

Asimismo, precisó que refleja el desarrollo anual divergente de los componentes del M1. "Mientras que la evolución en tasa interanual de los depósitos a corto plazo registró un fuerte crecimiento, el descenso de la circulación de moneda se hizo más pronunciado", explicó. El indicador M1 es, a su vez, un componente del agregado M3 que engloba la moneda fiduciaria y los depósitos a 24 horas.

Dado que la evolución de la masa monetaria es uno de los pilares sobre los que el Banco Central Europeo basa sus decisiones de política monetaria, no cabe esperar cambios en la política de tipos de interés para la zona euro en la reunión del día 2 de agosto.

 

El euro pierde terreno

frente al dólar

El euro comenzó ayer con una subida en su cotización frente a las principales divisas en los mercados internacionales, pero cerró con un apreciable descenso. Llegó a cambiarse a 0,8814 dólares, mientras que finalmente cerró a un cambio de 0,8763.

Esta pérdida de valor a lo largo del día coincidió con la aparición de los datos que confirmaban una aceleración en la masa monetaria en manos de los agentes económicos, que puede mantener las presiones inflacionistas en el medio plazo e impedir una inmediata bajada de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo (BCE).

Con el cambio por encima de 0,88 dólares, la divisa única europea estaría en su valor más alto en los dos últimos meses, como consecuencia de la depreciación del dólar en las últimas semanas por los nuevos síntomas de desaceleración de la actividad económica en los Estados Unidos. En la zona euro los tipos de interés están en el 4,5%, mientras que en Estados Unidos han descendido hasta el 3,75% tras diversas bajadas.

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