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Una funcionaria afirma que su superior intentó manipular su testimonio

El juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón siguió tomando declaración ayer a varios responsables y funcionarios del Fondo Español de Garantía Agraria (FEGA) en relación al presunto fraude de las ayudas comunitarias al cultivo del lino.

Inmaculada Méndez, funcionaria del FEGA, declaró como testigo y aseguró ante el juez que antes de comparecer recibió una llamada de su jefe, Juan Antoñanzas, para que "ajustara" su declaración a los intereses de Colisur 2000, informa Europa Press. Se trata de una empresa transformadora de lino constituida por entidades que estaban administradas por los hijos de Nicolás López Coca, ex director general del FEGA.

Según explicó la funcionaria, optó por no seguir las recomendaciones de Juan Antoñanzas, que ayer también testificó junto a la presidenta del organismo, Elena de Mingo. Antoñanzas explicó a Garzón que su llamada a la funcionaria sólo responde a la amistad que mantiene con López Coca.

En cualquier caso, los miembros del FEGA intentaron desviar responsabilidades en el pago presuntamente irregular de ayudas de la Unión Europea (UE). En contra de esta afirmación, los representantes de las comunidades autónomas implicadas esgrimieron un informe del FEGA en el que destacaba la "labor ejemplar" de los Gobiernos regionales por cumplir las condiciones que se exigía por parte de la UE para conceder las ayudas.

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