PP y PSOE apuran el diálogo para renovar los cargos institucionales
El PP solicitó ayer al PSOE una prórroga de 24 horas, que vence hoy a las dos de la tarde, en las negociaciones que ambas formaciones mantienen para renovar parte de los representantes de cuatro instituciones: Tribunal Constitucional, Consejo General del Poder Judicial, Tribunal de Cuentas y Banco de España.
A última hora de la mañana de ayer, el portavoz del Grupo Parlamentario Socialista, Jesús Caldera, recibió una llamada del secretario general del PP, Javier Arenas, para ganar 24 horas más a la negociación e intentar reconducir las diferencias.
Poco antes, el ministro portavoz, Pío Cabanillas, acusaba a los socialistas de tomar las instituciones como "lugares de acomodo de antiguos políticos", una frase suave si se compara con la que el portavoz del PP, Rafael Hernando, pronunció el pasado martes cuando comparó las listas de aspirantes elaborada por el PSOE con un "cementerio de elefantes". Delegaciones de los dos partidos apuraban anoche las negociaciones. A la del PP se incorporó el ministro de Justicia, Ángel Acebes.
La principal resistencia del Gobierno proviene de la intención del PSOE de colocar a los ex ministros Luis Martínez Noval y Juan Manuel Eguiagaray como vocal del Tribunal de Cuentas y consejero del Banco de España, respectivamente. Al Ejecutivo le parece que ambos candidatos tienen un perfil más político que técnico, sin reparar en los nombres que ha puesto sobre la mesa el PP. En el PSOE se defiende justamente lo contrario: que haber sido ministro o parlamentario y haber desempeñado con honorabilidad la representación de la soberanía popular supone un mérito para entrar en las instituciones, máxime en el caso de Martínez Noval y de Eguiagaray, expertos economistas con una dilatada carrera profesional y académica también al margen de la Administración.
"No admitimos vetos", advirtió ayer Caldera al Gobierno.
El PP también se resiste a que el PSOE designe a siete de los 20 vocales del Consejo General del Poder Judicial que corresponde elegir al Parlamento, a pesar de que los socialistas proponen que los populares tengan indirectamente en dicho Consejo la mayoría absoluta, con la elección de 10 vocales más el voto de calidad del presidente. Javier Delgado descartó ayer repetir en este último cargo. Al PP tampoco le gustan los vocales que quieren designar CiU y el PNV.
Las dos formaciones parecen tener claro que o el acuerdo sale en bloque o se paraliza la renovación de estas instituciones hasta septiembre. El PP se mostraba ayer más interesado que el PSOE en que los cambios no se dilaten.
Aznar elige el papel de árbitro en la negociación
El presidente del Gobierno realizó ayer un llamamiento al PP y al PSOE para que alcancen un acuerdo y cubran las vacantes en las cuatro instituciones, como si en realidad fuera un árbitro imparcial.
Sin embargo, la petición de Aznar llegó acompañada de un deseo: lograr ¿la máxima despolitización de los órganos institucionales¿ para que puedan desarrollar su labor con ¿profesionalidad y transparencia, al margen de debates políticos¿.
Al oír estas palabras, por la cabeza de los negociadores del PSOE pasaron los nombres de Luis Ramallo, ex vicepresidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y, en su calidad de tal, ex consejero del Banco de España, caracterizado en su etapa de diputado por las críticas más agrias que se han escuchado contra los socialistas. O el del profesor Juan Velarde, al que se considera ligado por distintas vías al Gobierno del Partido Popular.
Velarde ha sido propuesto por los populares para el Tribunal de Cuentas, al igual que Ramón Álvarez de Miranda y Antonio de la Rosa. De este último, el PSOE destaca, sobre todo, el hecho de que sea ¿concuñado de Rodrigo Rato¿, una circunstancia que, según este partido, ¿echa por tierra la independencia que el Gobierno dice defender para las instituciones¿.