Iberpotash clausura parte de una mina y aumenta las importaciones
Dead Sea Works, la compañía israelí propietaria de Iberpotash, ha aumentado en los últimos meses la importación de potasas de sus explotaciones del mar Muerto destinadas a los mercados europeos, tras anunciar el abandono de la explotación de uno de los pozos de Suria (Barcelona).
Según fuentes sindicales, el coste de extracción de una tonelada de potasa en las minas españolas ronda las 40 pesetas, el doble que en las explotaciones a cielo abierto de Oriente Próximo.
Iberpotash incumple así uno de los compromisos pactados en la privatización de la sociedad Potasas de Llobregat, propiedad de la SEPI hasta 1998, y transformada posteriormente en Iberpotash. Dead Sea Works ha presentado un expediente de regulación de empleo que afecta a 174 trabajadores e incluye el cierre del pozo. Además, prevé reducir 250 empleos hasta 2005, sobre un plantilla de 980 personas.
El grupo israelí se comprometió durante la privatización a aumentar la producción de la mina, de 800.000 toneladas anuales, hasta superar las 1.200.000 toneladas en 2003. El plan industrial contenía inversiones de 18.000 millones que, de momento, han quedado en 7.000 millones.
Además, Dead Sea Works afirmó en 1998 que aumentaría la producción de Iberpotash ante la previsión del agotamiento de una mina en Alsacia (Francia), que se cerrará en 2002. Los sindicatos denunciaron que el cierre del pozo de Suria no permitirá afrontar este mercado potencial.
La SEPI ya ha advertido por escrito que la compañía está incumpliendo el acuerdo de privatización.