Vaersa construirá una factoría para reciclar 30.000 ordenadores al año
La empresa pública Vaersa, pionera en el reciclado de pilas botón en España, construirá una planta de achatarramiento de ordenadores usados, con el objetivo de enviar a reciclar el 99% de las piezas de 30.000 aparatos al año. La empresa calcula que sólo en los hogares valencianos hay 200.000 ordenadores fuera de uso, lo que equivaldría a unos dos millones en toda España.
Valenciana de Aprovechamiento Energético de Residuos (Vaersa) ultima el diseño de una planta de tratamiento de residuos informáticos con el objetivo de adelantarse a un problema que se va a presentar en los próximos años, según la empresa, y que no es otro que la necesidad de retirar millones de ordenadores viejos.
La Unión Europea prepara una directiva para obligar a los Estados miembros a reciclar el material electrónico y para que los fabricantes sufraguen la retirada de los aparatos usados.
Vaersa, que gestiona vertederos y plantas de tratamiento y gestión de basuras, ha constatado que apenas aparecen ordenadores entre los residuos urbanos. Según su director general, José Pérez Lillo, "la gente se los queda en casa porque, aunque estén técnicamente obsoletos, en apariencia están en buen estado y uno siempre cree que puede darle un segundo uso".
La empresa calcula que unos 200.000 ordenadores fuera de uso están almacenados actualmente en hogares y pequeñas empresas valencianas. Teniendo en cuenta que la Comunidad Valenciana representa el 10% de la población y del PIB español, la extrapolación de esta cifra a todo el país la elevaría a dos millones.
Según Pérez Lillo, "hará falta deshacerse de ellos, teniendo en cuenta que contienen residuos de diverso origen, entre ellos, metales pesados". Vaersa desarrolló recientemente una experiencia piloto, en la que desmontó y clasificó residuos de 30 ordenadores -incluidos pantalla y teclado-, para evaluar el coste del tratamiento.
No es rentable
Se identificaron materiales tan variados como vidrio (23%), plástico (18%), cables (3%), conectores (4%), aluminio (1%), chatarra (27%) y pilas (0,03%). La primera de las dos conclusiones del experimento es que el 99% de las piezas que componen un ordenador puede reciclarse.
La segunda conclusión, menos esperanzadora, es que no es rentable gestionar estos residuos para venderlos a las plantas de tratamiento, debido a la variedad de materiales y a su escaso valor. "Si fuese rentable, lo estaría haciendo la empresa privada", afirma.
Entre los componentes, destaca la presencia de materiales pesados muy contaminantes, como níquel, cadmio, cromo, mercurio, plomo, manganeso y cobalto. También se han identificado metales preciosos como oro, plata, platino y paladio, para los que se buscará un sistema de recuperación. Según el director general de Vaersa, "no es rentable económicamente, pero sí medioambientalmente". Si se obliga a los fabricantes a retirar los equipos informáticos domésticos, los números podrían salir, por lo que Vaersa va a iniciar de inmediato un ensayo con 300 ordenadores como paso previo a la construcción de la factoría. En caso de aprobarse la directiva europea, la empresa podría aprovechar esta planta, con capacidad para desmontar 30.000 ordenadores al año, para otros aparatos electrónicos y pequeños electrodomésticos.
Pilas botón
Vaersa, perteneciente al 100% a la Generalitat Valenciana, fue en 1994 la primera empresa española de tratamiento de pilas botón usadas -ahora existen otras dos- y ha procesado 1,34 toneladas el año pasado.
En la misma planta, situada en Buñol (Valencia), Vaersa extrae el mercurio de los tubos fluorescentes de luz (179 toneladas en 2000) y de las lámparas de mercurio (22,6 toneladas).