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COYUNTURA EUROPEA

La libra deberá depreciarse más antes de acceder al euro

La libra esterlina ha sido una de las principales protagonistas de la victoria electoral del laborista Tony Blair. Su reelección como primer ministro aumenta las posibilidades de que el Reino Unido se incorpore a la moneda única, y estas expectativas han llevado a la divisa británica a sus mínimos frente al dólar en 15 años.

En lo que va de año la libra esterlina ha perdido un 8,1% de su valor frente al dólar y un 1,6% frente al euro. Sólo en lo que va de mes, la divisa británica se ha depreciado un 3,2% frente a la moneda estadounidense, hasta situarse en niveles de 1,38 dólares por libra.

El origen de esta caída en picado de la libra pasa por la victoria electoral de los laboristas la semana pasada. Aunque Tony Blair no hizo de la incorporación al euro uno de los centros de su campaña, el fuerte posicionamiento de los torys contra la moneda única situó a los laboristas -por contraposición- como defensores de los valores europeos.

Así también ha sido interpretado por los líderes del continente, que se han felicitado por la victoria de Blair en el Reino Unido, en lo que han calificado como "excelentes noticias para la Unión Europea".

Sin embargo, la posición del reelegido primer minis-tro al respecto ha sido bastante ambigua y muchas vo-ces, dentro y fuera del Reino Unido, han pedido a Blair que clarifique su postura sobre la incorporación británica al euro.

La postura oficial que ha defendido el primer ministro durante la campaña electoral es que el Reino Unido debería evaluar durante los dos primeros años de la legis-latura (es decir, hasta 2003) el impacto de la incorporación al euro sobre la economía. De resultar satisfactorio, el Gobierno recomendaría entonces la adhesión a la moneda única, aunque el pueblo tendría la última palabra en un referéndum convocado al efecto.

Desde su elección, numerosos directivos de empresas británicas han advertido a Blair de las negativas repercusiones que tendría para la economía un nuevo retraso en la incorporación.

"Con lo dicho hasta ahora, mucha gente esperaba que se produjera un referéndum para el otoño de 2002, y si ahora se deja de avanzar en esta dirección, creo que mu-cha gente dejará de apoyar al Gobierno en esta cuestión", aseguró a Reuters el presidente de Unilever, Niall Fitzgerald.

Los mercados se han he-cho eco de estas especulaciones y la libra se ha visto fuertemente perjudicada. Además, el gobernador del Banco de Inglaterra, Edward George, ha echado más leña al fuego de la polémica al asegurar el pasado martes que la incorporación a la moneda única exigiría una depreciación mayor de la libra. Ese día la divisa británica llegó a caer hasta su mínimo en 16 años, hasta los 1,3682 dólares.

Los analistas calculan que la libra esterlina debería perder entre un 10% y un 20% de su valor frente al euro (la moneda británica cotizaba ayer a 1,61 euros) con el fin de asegurar la competitividad de las exportaciones, y más en las circunstancias actuales de la fuerte debilidad de la moneda única.

Pero la actual cotización de la libra tiene también otras lecturas en estos momentos. La fuerte depreciación de la divisa ha reavivado los temores inflacionistas y George ha alertado "que si la desvalorización frente a las demás divisas continúa, supondrá un problema real, porque tendrá un impacto inflacionista".

Eso supondría que la entidad debería verse obligada a subir sus tipos de interés, actualmente en el 5,25%, lo que aumentaría las distancias con los tipos de la eurozona (en el 4,25%).

 

Los salarios amenazan la inflación

La depreciación de la libra no es la única amenaza sobre los precios en el Reino Unido. El Departamento de Trabajo anunció ayer que el incremento medio de los salarios entre febrero y abril alcanzó el 5,2%, una cifra que se si-túa en línea con las expectativas del mercado, pero que supera con creces el objetivo fijado por el Ban-co de Inglaterra (4,5%).

Los analistas expresaron ayer su temor ante este dato, que puede impulsar la inflación subyacente (ahora en el 2,4%) al alza y superar el objetivo fijado por el banco central para todo el año (2,5%).

La combinación de estos dos factores, en un entorno de una tasa de desempleo históricamente baja, echa por tierra las esperanzas del mercado de una nueva rebaja de tipos en los próximos meses. Es más, tras estos datos, muchos temen una vuelta al endurecimiento de la política monetaria. "El mercado de trabajo se mantiene fuerte, y si la libra se deprecia más, el banco central no sólo no rebajará tipos, sino que puede subirlos antes de finales de año", aseguró Neil Parker, del Bank of Scotland.

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