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INTERNACIONAL

Greenspan teme un repunte del coste de la energía en los próximos meses

El presidente de la Reserva Federal, Alan Greenspan, y el del Banco Central Europeo, Wim Duisenberg, coincidieron ayer en que la baja inflación es imprescindible para un crecimiento sostenido. Pero mostraron sensibilidades diferentes frente a los riesgos que afrontan los precios.

En la sesión anual de la Conferencia Monetaria Internacional, Greenspan -en videoconferencia desde Washington- fue tajante: "Si se quiere conseguir el máximo crecimiento sostenido no inflacionario, es imprescindible la estabilidad de los precios".

Para el banquero estadounidense, la inflación no es todavía un "problema significativo" en EE UU, "pero obviamente vigilamos de cerca". El motivo está en el repunte que pueden sufrir en los próximos meses los precios de la energía, que según Greenspan puede afectar tanto a la inflación como al crecimiento de la economía.

Frente a la cautela estadounidense, Duisenberg volvió a ofrecer una perspectiva optimista. El banquero europeo repitió por activa y por pasiva el compromiso del BCE con el control de la inflación en la zona euro y señaló que los precios se situarán por debajo del 2% en 2002, aunque vigilará los riesgos de inestabilidad, como la energía y los alimentos.

Sin embargo, Duisenberg evitó toda responsabilidad en el crecimiento y volvió a instar a los Gobiernos a avanzar en la reformas fiscal y laboral desde su convencimiento de que existe un fuerte potencial de crecimiento económico en la zona euro y de apreciación del euro.

Pese a las declaraciones de Duisenberg, el euro volvió a sufrir ayer una nueva depreciación y cayó por debajo de la barrera de 0,85 dólares por moneda europea. Aunque estuvo repuntando por la mañana, los rumores de una posible intervención de las autoridades monetarias europea y japonesa en apoyo de la divisa hicieron caer su cotización a 0,8447 dólares.

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