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INTERNACIONAL

Las normas del Banco de Basilea dañarían a los países emergentes

El Banco de Pagos Internacionales (BPI) de Basilea estudia importantes cambios en las normas sobre requerimientos de capital que, de aprobarse, impactarían negativamente sobre los países más pobres y los denominados "emergentes".

El 31 de mayo, el banco central de bancos centrales finalizará su consideración de una serie de propuestas para readecuar el capital de los bancos. Para muchos de sus críticos, esos potenciales cambios son equivocados y están a contramano de la actual etapa.

"Para las economías en transición y en desarrollo, esos [cambios] son una fuente de preocupación", dijo el profesor Stephany Griffiths-Jones, de la Sussex University. Esto es así porque implicarían menor cantidad de préstamos o mayor coste financiero para esos países.

En concreto, el problema derivaría de las exigencias de previsiones de las nuevas normas en estudio. Actualmente, los bancos no deben provisionar nada en sus préstamos a países calificados como AA-, y sólo 8 dólares cada 100 que prestan a los calificados como -B, como es el caso de Argentina.

Si se aprueban nuevas exigencias de adecuación, los bancos deberían provisionar sólo 60 centavos por cada 100 dólares de créditos a naciones AA-, pero tendrían que separar 50,4 dólares para provisión de cada 100 dólares para un país como, por ejemplo, Argentina.

La conclusión es que países medianos y pobres no tendrían un acceso aceptable al crédito internacional.

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