Telefónica cambia de estrategia al poner en venta el 5% de Pearson
El presidente de Telefónica, César Alierta, ha tomado la iniciativa para racionalizar y poner en rentabilidad el imperio mediático que heredó de su antecesor, Juan Villalonga. En este marco, ha puesto en venta el 5% que la operadora española posee en el capital del gigante británico de los medios de comunicación, Pearson. Fuentes de la empresa aseguran extraoficialmente que se trata sólo de una operación financiera. Sin embargo, Pearson ha sido, junto al grupo alemán Bertelsmann, uno de los principales candidatos para hacerse con la gestión de Telefónica Media.
Fuentes oficiales de Telefónica no quieren reconocer que su filial Telefónica Media haya puesto en venta la participación del 5% que tiene en el gigante británico de los medios de comunicación Pearson. Sin embargo, tampoco se atreven a desmentirlo, y extraoficialmente se empeñan en señalar que se trata de una simple operación financiera cuyo objetivo es únicamente hacer caja para poder lograr que las desangeladas cuentas de la filial que preside Juan José Nieto consoliden una situación de beneficios.
Fuentes oficiales de Telefónica señalan, por su parte, que los 23.000 millones de beneficio de la cadena de televisión Antena 3 y los resultados de Endemol, superiores a 20.000 millones, permitieron arrojar por primera vez unos beneficios de explotación positivos para Terlefónica Media en el ejercicio 2000.
El argumento que esgrimen para justificar la venta de la participación en Pearson es que "no se trata de una participación estratégica", y que "las plusvalías conseguidas pueden llegar a ser muy interesantes en el objetivo de racionalizar las cuentas de la filial". Los títulos de Pearson cayeron ayer en Bolsa un 3,86%.
En las últimas semanas se vienen produciendo, en relación con el futuro del imperio mediático de Telefónica, versiones de todo tipo. Entre ellas figura la de que los gigantes europeos Bertelsmann y Pearson estarían interesados en llegar a controlar la gestión de la filial de Telefónica.
Operación financiera
Las fuentes citadas, no obstante, se empeñan en desligar los intereses en España de estas multinacionales de los movimientos accionariales que pudieran producirse en los próximos días. En concreto, niegan cualquier interpretación que pueda significar la ruptura de la alianza entre Pearson y Telefónica en los negocios de contenidos. Las fuentes citadas insisten en que los contenidos educativos que produce la empresa británica "son del mayor interés para los medios de comunicación que segestionan desde Telefónica Media".
No obstante, ya el viernes de la semana pasada el diario La Vanguardia publicaba que "Telefónica quiere vender su participación del 5% en el consorcio británico de medios de comunicación Pearson por un valor calculado en 565 millones de euros".
Esta información fue recogida el sábado por la edición internacional de Financial Times, para ser replicada ayer por la edición alemana de este prestigioso rotativo económico que, además, es propiedad del grupo británico Pearson, implicado en la información.
Telefónica, según estas informaciones, podría vender el paquete de acciones de una sola vez o en varios tramos dentro de su estrategia de desprenderse progresivamente de empresas que controla en el sector de prensa, siempre según la información que publica el citado periódico.
En estos planes, la filial de la operadora española Telefónica Media también podría ceder al consorcio luxemburgués RTL, del grupo Bertelsmann, una mayor participación que el 17% que éste tiene ahora de la cadena de televisión española Antena 3, señala el diario.
Apunta, además, que Telefónica hizo la mayoría de las adquisiciones de medios de comunicación bajo la presidencia de su anterior presidente, Juan Villalonga, y que con la venta de Pearson, su sucesor, César Alierta, daría el primer paso en el cambio de filosofía de la empresa en el sector de medios de comunicación.
Otras fuentes vinculadas a Telefónica dan una interpretación de mayor calado a estos movimientos. En primer término aseguran que el presidente de la primera operadora española de telecomunicaciones, César Alierta, se ha decidido por fin a tomar la iniciativa en una filial que le ha dado demasiados motivos de preocupación. Señalan, por otra parte, que Alierta se decanta por favorecer el protagonismo de Bertelsmann en el grupo.
Móviles reconoce que negocia con la empresa Pegaso en México
Telefónica Móviles desarrolla un plan para expandirse en México, y con este fin negocia con varias compañías, entre las que se incluye Pagaso, empresa especializada en telefonía móvil. "Siempre hemos dicho que queremos crecer en México", aseguró un portavoz de la operadora que preside César Alierta. "Estamos en contacto con varias empresas", incluyendo Pegaso, aseguró el mencionado portavoz. Los medios de comunicación que se ocupan de este tema, no obstante, van mucho más allá. Telefónica Móviles está en negociaciones para comprar una participación en Pegaso para ampliar su presencia en uno de los mercados latinoamericanos de más rápido crecimiento, según afirma The Wall Street Journal, quien cita a "personas familiarizadas con la operación" para avalar sus informaciones.
La compra de Pegaso sería la segunda operación de Telefónica en México desde el pasado mes de octubre, cuando decidió pagar 1.800 millones de dólares por los activos celulares de Motorola en el norte del país, donde tiene un millón de clientes.
Tomando esta valoración de 1.800 dólares por cliente, Pegaso costaría unos 1.200 millones de dólares. Telefónica se gastó más de 4.000 millones de dólares en la compra de activos de móviles en América Latina el año pasado, por encima de los 3.300 millones de euros que recibió por la venta inicial de acciones de su división Móviles en noviembre. Más de un tercio de los 24 millones de clientes que tiene de la empresa se sitúan en América Latina, donde los mercados de móviles están menos desarrollados que en Europa.
Pegaso tiene la mayor parte de sus 650.000 clientes en las cuatro mayores ciudades del país: Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey y Tijuana. La compañía está controlada por el multimillonario Alejandro Burillo y por Sprint PCS, en un 25%.
Terra se gastó 34.426 millones en promoción de la marca
La consolidación de la marca consumió una buena parte de los recursos de Terra en 2000. La empresa gastó 34.426 millones de pesetas en publicidad, propaganda, relaciones públicas y comercialización externa, lo que representa el 62,5% del total de servicios y gastos de explotación externos contratados por la empresa.
Esa cifra se recoge en las cuentas anuales de la sociedad, puestas ayer a disposición de los accionistas para su aprobación en la junta general a celebrar en Barcelona el próximo 7 de junio.
El informe de auditoría elaborado por Arthur Andersen subraya que la sociedad incurrió en pérdidas [92.380 millones] en 2000 y que esas pérdidas "continuarán en los próximos años". "El plan de negocio elaborado por el grupo para los próximos cinco años contempla la obtención de beneficios antes del final del mencionado periodo", añaden los auditores. Terra prevé obtener un resultado bruto de explotación (Ebitda) positivo en el segundo trimestre de 2002, pero en términos de resultado neto las pérdidas se prolongarán por más tiempo.
Crédito fiscal
Los auditores recogen en su informe la existencia de un crédito fiscal bruto de 54.086 millones, si bien en la memoria se matiza que esa cifra recoge duplicidades por efecto de la consolidación, de modo que la cifra neta queda en los 46.558 millones publicados en su día en las cuentas de resultados de 1999 y 2000.
La memoria también recoge que la retribución de los consejeros ascendió a 564 millones de pesetas en 2000, exactamente seis veces más que en 1999, ejercicio que supuso el nacimiento de Terra.
Terra asumió, además, en 2000 como gastos extraordinarios 3.888 millones de pesetas en concepto de pago de los impuestos en que han incurrido algunos directivos procedentes de Lycos al adelantarse el ejercicio de sus opciones sobre acciones.
Terra acumulaba a final de 2000 un fondo de comercio de consolidación de 377.045 millones de pesetas, de los que 295.000 millones proceden de la absorción de Lycos y sus filiales.