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INTERNACIONAL

El FMI prevé una larga inestabilidad en los mercados emergentes

Los mercados emergentes seguirán sometidos el resto del año a una gran volatilidad. El fuerte deterioro de sus fundamentos económicos en el primer trimestre, la incertidumbre sobre el alcance real de la desaceleración en EE UU y la crisis que azota Turquía y Argentina añaden fuertes tensiones a unos mercados, ya de por sí, de alto riesgo.

El Fondo Monetario Internacional (FMI), en su informe cuatrimestral sobre la financiación de los mercados emergentes, se muestra bastante pesimista sobre la evolución de estos países en 2001.

El organismo asegura que, en estos momentos, las perspectivas de los emergentes están directamente ligadas a la evolución del entorno internacional, marcado por una desaceleración en Estados Unidos "cuyo alcance y duración son inciertos", precisa el Fondo.

En el informe, el organismo que dirige Horst Köhler baraja un escenario de aterrizaje duro en EE UU hasta desembocar en una recesión, lo que dispararía el riesgo país de estos mercados y el coste de la financiación para estos Gobiernos.

En principio, las sucesivas rebajas de tipos de interés aprobadas por la Reserva Federal deberían propiciar un abaratamiento del rendimiento al que estos países colocan su deuda en los mercados internacionales, "pero la senda marcada por EE UU (en política monetaria) no es suficiente para determinar el coste de la financiación en los mercados emergentes", insiste el informe, sino que está condicionada por muchos otros factores.

Entre estos elementos, el FMI destaca el fuerte deterioro de sus fundamentos económicos en los primeros cuatro meses del año, que les ha situado en su peor nivel de calificación crediticia desde la crisis rusa de 1998 y ha propiciado una revisión a la baja de sus perspectivas de crecimiento.

Con Turquía y Argentina a la cabeza, pero también Ecuador, Malaysia y en menor medida Brasil, los emergentes suman la inestabilidad política a sus problemas financieros, así como la falta de avances en la adopción de reformas estructurales, señala el Fondo.

Entre enero y abril, el contagio de la situación de estos mercados a otros países de su entorno fue "limitado", según el FMI, y el aumento de la volatilidad en el conjunto del mercado "relativamente modesto". Los inversores "mantienen las dudas fundadas sobre la capacidad de pago de Turquía y Argentina en 2001". Por el contrario, México y Colombia ya han cubierto sus programas de financiación externa para este año y Brasil está a punto de hacerlo.

Precisamente, el Banco Central de Brasil subastó ayer bonos globales por 1.000 millones de dólares (188.000 millones de pesetas) con vencimiento en julio de 2005, según informa Reuters.

 

Nuevas dudas sobre la capacidad de pago argentina

Los marcados altibajos del riesgo país de Argentina han renovado las dudas sobre cuándo tendrá lugar el canje de los títulos de la deuda pública, por 20.000 millones de dólares (3,8 billones de pesetas).

Tras la licitación, el martes pasado, de 350 millones en letras del Tesoro, a un tipo del 12,4%, se recreó la desconfianza. Mientras el Gobierno confiaba en un tipo de entre el 11% y el 12%, los bancos exigieron más y lo obtuvieron.

Esto ha complicado al ministro de Economía, Domingo Cavallo, quien desea que el canje de hasta 20.000 millones de dólares en títulos de la deuda se realice a un índice de riesgo país de menos de 800 puntos básicos.

Desde el martes, ese indicador trepó nuevamente por encima de los 1.000 puntos, después de haber caído a 960 el lunes. Un informe negativo de Standard & Poor's sobre la perspectiva del país, el mismo martes, contribuyó al alza del riesgo país.

Pero un problema más de fondo es lo que explica esta volatilidad y desconfianza de los inversores. La evolución de los ingresos fiscales cae en picado. En abril bajaron el 9,1% y, para mayo, los datos que maneja Cavallo resultan muy preocupantes. La generalización del IVA y el nuevo impuesto a las transacciones financieras no han podido revertir la tendencia. Un claro indicio de que la economía sigue paralizada. Frente a este dato, los acreedores dudan de la capacidad de pago y quieren el anuncio del canje. Cavallo quiere que baje el riesgo país, aunque no tiene mucho tiempo.

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