Las Bolsas, pendientes de la reunión del jueves del Banco Central Europeo
La presión política y mediática de hace cuatro semanas se ha disuelto como un azucarillo. El jueves vuelve a reunirse, como cada quince días, el Banco Central Europeo y muy pocos apuestan ya por un recorte de los tipos de interés a pesar de lo acordado la semana pasada por la Reserva Federal de Estados Unidos.
La tasa de inflación de la eurozona publicada la semana pasada se mantuvo estable en marzo en el 2,6% interanual, mientras que la inflación subyacente repuntó una décima, hasta el 1,8%. O lo que es lo mismo, nada se ha avanzado en el control de los precios.
Por eso, quienes han presionado a favor de un recorte de tipos de interés en el último mes prefieren ahora permanecer en silencio y no hacer apuestas, que es lo mismo que decir que no se esperan caídas.
Los analistas coinciden en que los datos publicados la semana pasada manifiestan la persistencia de tensiones inflacionistas. Es más, de cara a los próximos meses siguen viendo dos factores de riesgo para la evolución de la inflación en la zona euro: el impacto final que sobre los precios de la alimentación ocasionará la crisis del sector ganadero y las tensiones que, principalmente en la segunda parte del año, podrían volver a registrarse por el lado de los precios energéticos. Un contexto que a la postre dificulta la bajada de tipos de interés por parte del Banco Central Europeo.
Mientras se produce o no el recorte de tipos de interés, los analistas resaltan el cambio de rumbo experimentado en los últimos días por los mercados de acciones estadounidenses gracias a la política monetaria más laxa de la Reserva Federal. Los varapalos anteriores han dejado a estas Bolsas en una buena posición para que se produzcan flujos compradores extranjeros.