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COMUNIDAD VALENCIANA

Helesa suspende pagos tras asumir la deuda de su filial Fercoval

Los pequeños acreedores de la constructora Fercoval, que no cobran desde diciembre, se han encontrado con que Helesa, la matriz que calmó sus inquietudes comprando la deuda a cambio de pagarés, ha suspendido pagos. Los proveedores se sienten engañados y uno de ellos se ha querellado por estafa contra el propietario de ambas empresas.

La sorpresa fue tan grande como la indignación. Los proveedores de la constructora valenciana Fercoval creían haber solucionado sus problemas de cobro cuando Herrajes Eléctricos (Helesa), más antigua y teóricamente más solvente, les ofreció hacerse cargo de las deudas de Fercoval. Helesa repartió pagarés a 120 días, que sumaban unos 200 millones de pesetas (1,2 millones de euros), tras lo cual suspendió pagos.

Según varias empresas acreedoras, Helesa les comunicó que la solicitud de suspensión se presentó el pasado 26 de marzo en un juzgado de Sagunto, pero aún no ha sido admitida.

Helesa fabrica construcciones metálicas, especialmente torres para líneas eléctricas, tendidos ferroviarios y telecomunicaciones, además de estructuras para edificios y naves. Tiene una plantilla de unas 70 personas.

El pasivo de la empresa rondaría los 1.500 millones de pesetas (9,02 millones de euros), según informaciones de los acreedores y las cuentas de 1999, las últimas depositadas en el Registro. En ese año las deudas a corto plazo ascendían a 1.392 millones (8,37 millones de euros), de los que el 52% eran con bancos.

Helesa no ha respondido a las llamadas de este periódico. Según los acreedores, la empresa dijo recientemente que se había adjudicado un contrato para equipar el tendido eléctrico de la línea de alta velocidad Madrid-Barcelona. En cuanto a Fercoval, sus deudas comerciales superan los 500 millones de pesetas (más de tres millones de euros).

Las empresas afectadas por los impagos de Helesa y Fercoval son unas 50, casi todas pequeñas, con un total de 500 empleados. La mayoría eran acreedoras inicialmente de Fercoval, creada por Valerio Soto en 1990 y con oficinas en el mismo domicilio de Helesa. Esta constructora facturó en torno a los 2.500 millones de pesetas anuales y obtuvo beneficios entre 1997 y 1999.

Según los afectados, Fercoval dejó de pagar a todos sus proveedores a finales del año pasado, sin motivo aparente, puesto que la sociedad posee una cartera de obras de más de 1.600 millones de pesetas y no tiene ningún impagado. El administrador de la sociedad, Fernando Noguera, les transmitió tranquilidad y les aseguró que cobrarían, pero el pasado 14 de febrero dimitió y abandonó la compañía.

La empresa respondió entonces a los pequeños acreedores que acudían a exigir el cobro a las oficinas que ambas empresas comparten con pagarés de Helesa, con el resultado ya descrito.

Querella contra Soto

Los pequeños subcontratistas se manifestaron el pasado viernes delante del domicilio del propietario de estas sociedades, Valerio Soto, mientras la empresa Esvicar, acreedora de Fercoval, se ha querellado por presunta estafa contra el empresario valenciano.

Le acusa de eludir el pago mediante sucesivas letras y pagarés que los bancos devuelven desde hace meses, cuando la constructora tiene ingresos suficientes para atender los pagos, según aseguran. Valerio Soto es consejero también de Hierros del Turia y lo fue de la empresa textil Géneros de Punto Ferrys -está casado con la hija del fundador, Carmen Ferri-, precisamente en la época en la que esta compañía suspendió pagos, en 1995. Soto protagonizó la batalla por el control accionarial de Ferrys.

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