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Las empresas consideran insuficiente la futura directiva de factura digital

Las multinacionales exigen que se autorice cuanto antes la factura digital a efectos de IVA en la UE, cuya legalidad sólo admiten ahora las Haciendas de Suecia, Finlandia y Dinamarca. Pero las empresas estiman que el actual proyecto de directiva no explota el potencial ahorro que ofrece el recibo virtual frente al papel.

La Comisión Europea ya ha escuchado el clamor empresarial y a finales del año pasado presentó una propuesta de directiva (ley comunitaria) que extiende la posibilidad de emitir un recibo electrónico a toda la UE. Para el Grupo Fiscal Europeo de Empresas en Línea (EeTG, en sus siglas en inglés), sin embargo, ese texto legal "no va suficientemente lejos, ni permitirá conseguir el 75% de ahorro que el medio electrónico supone frente al papel".

El grupo se muestra "en total desacuerdo" con la exigencia, incluida en el proyecto de ley, de que el recibo electrónico necesite una firma digital para su autentificación. "La difusión de la firma digital es escasa y no existe un estándar común en la UE", critica Ine Lejeune, portavoz del EeTG. "Supondrá que muy pocas empresas puedan utilizar la facturación electrónica y, desde luego, casi ninguna pequeña y mediana, porque exige una tecnología muy sofisticadas".

Para las 18 multinacionales que integran EeTG, entre las que figuran Deutsche Post, Ericsson, France Télécom, Sony, Microsoft o Procter & Gamble, es urgente que "el documento más importante en la actividad comercial se incorpore al mundo digital". En toda la UE. Sin ninguna limitación legal".

El coste medio total de la emisión de un recibo asciende ahora a 25 euros (4.160 pesetas), una cifra que facilita Lejeune con datos de la auditora PricewaterhouseCoopers. La facturación en papel supone "varios miles de millones de euros al año que no añaden ningún valor añadido a la economía". La recaudación del IVA impone a las empresas la obligación de emitir facturas. Pero cada Estado miembro de la UE impone unos criterios diferentes, hasta el punto de que, según Lejeune, un modelo válido para todas las Haciendas obligaría a detallar más de 4.000 datos.

Demasiados espacios en blanco

El Grupo Fiscal Europeo de Empresas en línea (EeTG) acusó el martes pasado de "falta de ambición" a la propuesta europea para simplificar los recibos a efectos de declaración de IVA. "De los 16 datos que propone la Comisión Europea, al menos tres o cuatro son superfluos", criticó el Grupo.

"La lista representa un consenso muy difícil de conseguir", se defiende Bruselas. "Una lista demasiado corta hubiera provocado problemas con las autoridades fiscales".

Las multinacionales lamentan también que el proyecto de ley otorgue a los Estados miembros la facultad de imponer el idioma en el que deben emitirse las facturas, en lugar de dejarlo a un mutuo acuerdo entre las empresas.

Pero la mayor queja empresarial es el retraso en armonizar los recibos y autorizar la emisión electrónica. "La UE no parece comprender la urgencia del asunto", lamentan. "Esta directiva no es una necesidad para mañana. Es una necesidad de ayer". Su aprobación puede retrasarse hasta finales de año.

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