Las Bolsas europeas caen un día antes de que EE UU baje los tipos
Operadores, inversores y analistas siguen con el ánimo encogido y deseosos de que, por enésima vez, la varita mágica de Alan Greenspan devuelva hoy la ilusión a los mercados y que la tendencia de fondo mejore tras seis meses de depresión. El consenso de los analistas es que la Reserva Federal bajará los tipos 0,5 puntos, aunque ganan posiciones las apuestas de un recorte de 0,75 puntos.
Volúmenes de negocio a la deriva y precios de las acciones que no acaban de encontrar suelo en su constante retroceso son las claves del comportamiento de los mercados en las últimas semanas. La de ayer fue una jornada de tensa espera. Nadie se atrevió a mover posiciones de manera decida. Mejor, decían los expertos, esperar a lo que hoy decida, ya con los mercados nacionales cerrados, el Comité de Mercados Abiertos de la Reserva Federal de Estados Unidos.
El Ibex terminó ayer con un retroceso del 0,42%, después de acumular la semana pasada el segundo peor registro del año. Con ello se aproxima a la zona técnica y psicológica de los 9.000 puntos, al cerrar en los 9.251,3. Fue, aun así, el de mejor comportamiento en Europa, al registrarse caídas medias en la zona euro del 1%. Desde el comienzo del año, la ganancia queda limitada al 1,55%. Es, sin embargo, la única Bolsa con ganancias en el periodo. Las pérdidas dominan la situación, con variaciones que van desde el 14,80% en el caso de la Bolsa francesa al 14,71% de la italiana, al 11,64% de la alemana y al 10,78% de la inglesa.
Además de los retrocesos generalizados y de la falta de animación, el hecho destacado ayer por los expertos fue el bajo volumen de negocio. El mercado continuo realizó operaciones por importe de 1.095 millones de euros, la segunda cifra más baja de este ejercicio.
"El comportamiento de la Bolsa durante esta semana será determinante para los próximos meses, una vez conocida la decisión mañana (por hoy) de la Reserva Federal", dice un director de Renta 4.
Los tipos que vienen
La expectación ante la reunión de esta noche de la Reserva Federal es máxima en la medida en que no hay consenso sobre la magnitud del recorte. Los gurus de Wall Street no se ponen de acuerdo sobre si Greenspan rebajará otro medio punto los tipos o si, en una medida sin precedentes, recortará en tres cuartillos el precio del dinero.
En una encuesta realizada por la agencia Reuters, la mayoría de las firmas de Bolsa se decantaba por medio punto. Igual opinión reconocían la mayor parte de los analistas consultados por Bloomberg. Una rebaja de este calibre supondría recortar 1,5 puntos en menos de tres meses.
Pero lo que el mercado quiere son 0,75 puntos, y podría sentirse decepcionado si no lo ve. No obstante, los analistas más prudentes comentan que la Reserva Federal gastaría toda su munición en un único movimiento. Así, un recorte de medio punto seguido de un deterioro de la confianza sería malo, pero si una bajada de tipos de tres cuartos no lograse animar la economía o los mercados, Greenspan se quedaría sin más armas. Y eso sí que sería percibido de forma negativa. Además, el trabajo de la Reserva Federal no es sostener los mercados.
Si la Reserva Federal se decide por un recorte de 0,75 puntos, probablemente no sólo haya tenido en cuenta la situación doméstica. Los fantasmas de una crisis financiera mundial similar a la de 1998 pueden llevar a Greenspan a bajar los tipos de interés más de la cuenta.
La situación política en Argentina ha elevado los tipos de interés y ha disparado los rumores sobre un abandono del patrón dólar. De momento no se han cumplido los malos augurios, pero la inestabilidad sigue siendo la nota dominante.
En Japón, las aguas bajan más calmadas que hace un par de semanas. A ello ayudaron las medidas tomadas el lunes por el Banco de Japón. Pero la debilidad de la banca y del Gobierno sigue siendo la misma, y el Nikkei está en mínimos.
En definitiva, los mercados están en una de las coyunturas más complicadas de los últimos años. Tanto que un recorte de un punto y medio en tres meses se puede considerar insuficiente.
Por eso lo único seguro es la incertidumbre, y por eso la falta de estímulos de ayer dejó los mercados a la baja. No sólo no se sabe lo que piensa hacer Greenspan con su varita mágica. Se des-conoce también qué es lo que quieren hoy por hoy los parqués.