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ANDALUCÍA

La Junta creará otros cinco parques y nueve centros tecnológicos

El consejero de la Junta de Andalucía José Antonio Viera y su equipo han concluido ya el plan andaluz de desarrollo tecnológico. Va dirigido a las pymes y los objetivos pasan por reforzar la red tecnológica, descentralizarla y ponerla en común. Se han proyectado ya cinco parques y nueve centros tecnológicos, que se prevé entren en funcionamiento en tres años, con unas 100 oficinas de apoyo.

El Plan Andaluz de Innovación y Desarrollo Tecnológico (Pladit) se concibe, en el plano político, como un nuevo instrumento de vertebración de Andalucía. Es el fruto de la llamada "legislatura de la innovación tecnológica" y la prioridad de la Consejería de nuevo cuño Empleo y Desarrollo Tecnológico en los tres años que restan para este nuevo mandato político. Al frente, el consejero José Antonio Viera y su equipo de expertos, los encargados de materializar la promesa de que las empresas andaluzas no pierdan el tren de las nuevas tecnologías.

A este respecto, el consejero cree que Andalucía tiene que atender retos como una mayor infraestructura tecnológica, por lo que se ha diseñado un mapa todavía no cerrado de nueve centros y al menos cinco parques tecnológicos, que, según dice, estarán en marcha en los próximos tres años.

Todos estos proyectos -que se suman a las tecnópolis de Sevilla y Málaga- tratan de sacar partido de la cultura de la cooperación empresarial (clusters) y de los sectores más relevantes o potenciales de la comunidad. Algunas de estas iniciativas están muy avanzadas, como el parque aeronáutico de Sevilla, el joyero de Córdoba o el de la Salud en Granada. Otras se pondrán en marcha a lo largo de este mismo año, como los centros tecnológicos del mármol (Almería); industria auxiliar del metal de Linares (Jaén); naval y aeronáutico (Cádiz); mueble y madera de Lucena (Córdoba); textil de Baena (Córdoba), y el parque de las firmas agroalimentarias de Almería.

Para una última fase están previstos dos centros para empresas auxiliares petroquímicas en Huelva y Algeciras, otro de fresa en Huelva y un último centro agroalimentario para Granada, además de un parque tecnológico del aceite en Jaén. "Lo ideal es que haya como mínimo un parque en cada provincia [es decir, ocho]", dice. La segunda pata del Pladit tiene que ver con la descentralización de la gestión administrativa. Aquí el protagonismo es para la red de unidades territoriales de empleo y desarrollo local y tecnológico (utes). Según asegura, serán unas 100 oficinas que se implantarán en otras tantas localidades andaluzas frente a las ocho delegaciones que ahora tiene la consejería.

La misión de estas utes, que empezarán a funcionar en junio, será el asesoramiento a las pymes y la actuación como observatorio para conocer la realidad de las pymes. Y otra misión es sólo administrativa. Se da así respuesta a la agilización y descentralización de trámites administrativos que vienen demandando los empresarios andaluces. "Todas estas oficinas estarán conectadas en red. Compartirán información y se formará un banco de datos público que dará una radiografía perfecta de las pymes andaluzas", afirma.

65.000 millones a empleo

Otro gran instrumento está vinculado a la red tecnológica. Ahora los centros de tecnología, públicos y privados, están dispersos sin apenas conexión entre ellos. "Queremos que a lo largo de la legislatura terminen funcionando en red".

Esta información ya compartida por los 50 núcleos tecnológicos que existen ahora en Andalucía, a los que se sumarán los nuevos centros proyectados, será puesta a disposición de las empresas.

Viera admite que todas estas actuaciones requieren de un mayor presupuesto y de nuevos programas de ayudas, pero estas nuevas dotaciones se verán en los próximos tres presupuestos. En este ejercicio, la consejería dispone de 105.000 millones de pesetas (631 millones de euros), a los que se añadirán otros 65.000 (390 millones de euros) por la transferencia de las políticas activas de empleo.

 

El reto de la innovación tecnológica

En el centro de toda la política tecnológica de la junta, a decir del consejero Viera, se coloca la pyme andaluza y su necesidad de ganar peso en innovación y especialización. "Hay que dotar a las pymes de formación profesional de excelencia", dice.

Por un lado, según Vie-ra, las empresas de menor dimensión tienen que resolver la modernización de su gestión e introducirse en nuevos canales a través de las nuevas tecnologías. Y, por otro, deben preocuparse por su cualificación.

"Las grandes compañías están demandando una empresa auxiliar que esté tecnológicamente preparada para responder a sus necesidades". En este capítulo de formación profesional, la consejería ha puesto en marcha una experiencia piloto en la que un curso superior de Formación Profesional está pilotado por una empresa de referencia. Por ejemplo, en Alcalá de Guadaira (Sevilla) hay un módulo de robótica y la empresa de referencia es Mc Puarsa, especializada en la fabricación de ascensores. La empresa enseñará al equipo docente del instituto, los alumnos harán prácticas en la firma y tendrán la prioridad de entrar en su plantilla.

Esta experiencia se repetirá en 25 centros y se generalizará en los próximos años. Otro reto es el acceso a la financiación y el fomento de la cultura emprendedora. A este campo, mediante el capital riesgo, el Instituto de Fomento de Andalucía (IFA) va a destinar este año 1.000 millones (seis millones de euros), pero este montante será mucho mayor cuando se firme en mayo un acuerdo con las cajas andaluzas.

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