Iberpapel invertirá 8.000 millones para ampliar su planta de celulosa
El grupo Iberpapel va a redondear su ampliación de capacidad de fabricación de papel con una mejora y modernización de su planta de celulosa en la que invertirá 8.000 millones de pesetas entre maquinaria y obra civil. Según las previsiones de la compañía, las obras de modernización finalizarán en enero de 2002.
Su consejero director general, Íñigo Echevarría, dijo ayer en rueda de prensa, que la empresa necesita aumentar la producción de esta materia prima para a su vez, aumentar la de papel. Actualmente y tras la puesta en marcha en marzo del año pasado de la nueva máquina, en la que se han invertido 9.000 millones de pesetas, la empresa puede alcanzar una producción de 250.000 toneladas anuales.
Según Echeverría, las mejoras en la fábrica de celulosa permitirá a la compañía no depender de las compras de este material, que el año pasado registró precios máximos, a otras empresas. "No quisimos comprar celulosa tan cara, por ello no llegamos a los objetivos de producción que puede alcanzar la nueva máquina", dijo. Este desfase dejó las ventas de la compañía en 2000 ligeramente por debajo de lo previsto, aunque este ejecutivo considera que los resultados de la compañía son muy satisfactorios.
Iberpapel registró unos beneficios netos de 2.765 millones de pesetas frente a los 759 millones de 1999. Esta progresión del 264% fue posible por un aumento de la facturación del 78%, que quedó en 19.921 millones de pesetas, y una mejora del 207% en el resultado de explotación.
Según Echevarría, los únicos gastos que han aumentado por encima de la evolución de la cifra de negocios ha sido el de consumo energético que se reducirán también a partir de enero de 2002 cuando entren en funcionamiento una nueva turbina que permitirán a la papelera dejar de comprar energía.
"No hay nubarrones en el sector", dijo Echevarría refiriéndose a 2001. "Seguiremos creciendo a buen ritmo aunque no triplicaremos resultados otra vez".