ETA fracasa al intentar explosionar en Madrid 40 kilos de dinamita
Unos 40 kilos de dinamita introducidos en un Renault Clio no llegaron a explotar ayer en el madrileño barrio de Fuencarral gracias a un fallo en el mecanismo de detonación. Por el lugar donde el vehículo estaba preparado para estallar acababa de pasar un magistrado de la Audiencia de Madrid.
El incendio de un Renault Clio en la calle Sangenjo, situada en el distrito de Fuencarral, movilizó a las tres y media de la tarde de ayer a la policía, 100 días después del último atentado de ETA en Madrid. El coche, cargado con 40 kilos de dinamita introducidos en una olla a presión, estaba preparado para explosionar al paso de una personalidad. Por el lugar se vio momentos antes el vehículo de un magistrado de la Audiencia de Madrid. Sólo se activó el cebador del artefacto, lo que provocó una deflagración de poca intensidad, seguida de fuego en el maletero. Los artificieros consiguieron evitar que la dinamita estallara. El explosivo procede de la partida robada por ETA en la localidad francesa de Plevin, en septiembre de 1999.
Un cuarto de hora después de fallar el atentado, el coche en el que huyeron los terroristas, un Renault 19, hacía explosión en el barrio de la Ventilla, junto a la plaza de Castilla. El parabrisas saltó intacto hacia la copa de un árbol, donde fue rescatado por los bomberos, mientras que el techo se desplazó por la onda expansiva hasta un campo de baloncesto cercano. Pese a lo concurrido del lugar, no se registraron víctimas. Los coches estacionados en las inmediaciones sí sufrieron daños de importancia. Según sospecha la policía, la destrucción del ve-hículo obedece a la intención de los terroristas de borrar posibles huellas dactilares y dificultar así el trabajo de los investigadores.
Un hombre y una mujer
Testigos presenciales informaron que poco antes de estallar este vehículo vieron salir corriendo a una pareja de jóvenes, un hombre con pelo corto, bigote y gafas graduadas y una mujer de pelo largo y moreno. En la zona donde ETA intentó cometer el atentado hay una comisaría de policía y viven algunos altos cargos de la Armada y de la judicatura. El director general de la Policía, Juan Cotino, no se atrevió a señalar ayer el objetivo concreto de los terroristas.
Los dos coches empleados ayer por ETA proceden de un robo. El Renault Clio fue sustraído en el barrio madrileño de Hortaleza el pasado diciembre. El número de matrícula falsa que llevaba fue copiado de un coche del mismo modelo perteneciente a un alférez del Ejército. El Renault 19 también fue robado en la capital de España el pasado septiembre.
Este atentado frustrado es el quinto de ETA en la capital de España desde que el 3 de diciembre de 1999 puso fin a la tregua que mantuvo durante 15 meses.
En estos atentados han muerto cinco personas y han resultado heridas más de 80. Todas estas acciones terroristas han sido perpetradas mediante el procedimiento del coche-bomba.
Las víctimas mortales han sido el teniente coronel Pedro Antonio García Blanco, el magistrado del Tribunal Supremo y general consejero togado de la Armada Francisco Querol Lombardero; su conductor, Armando Medina Sánchez, y su escolta, el policía Jesús Escudero García. Como consecuencia de este último atentado también falleció el conductor de autobús Jesús Sánchez.
La policía duda de si los terroristas que participaron en este último atentado forman parte del mismo comando que ayer intentó una nueva tragedia en la capital o bien pertenecen a otro grupo de refresco llegado a Madrid con nueva infraestructura.
El aumento de los fallos se achaca a la falta de preparación de los comandos, cuyos responsables son cada vez más inexpertos, y a la caducidad de la dinamita robada en Francia hace 17 meses.