El comisario Monti aprovecha la expansión de EDF para abrir el mercado francés
La Comisión Europea autorizará en breve, quizá esta misma semana, la adquisición de la eléctrica alemana EnBW por su rival francesa Electricité de France. Bruselas impondrá, sin embargo, condiciones a la compañía pública gala que se traducirán, según fuentes del departamento de Competencia, en la apertura de un resquicio en el hegemónico mercado eléctrico francés.
Monti impondrá a la eléctrica pública francesa algunas condiciones que, sin hacer tambalearse a su monopolio, sí introducirán al menos un viento de competencia en el mercado galo. La renuncia de EDF a su participación en el principal y casi único competidor con que cuenta en Francia (la Compagnie Nationale du Rhone), la venta de parte de su capacidad de producción, así como la venta de activos en Suiza son las principales consecuencias de esta operación.
Dura resistencia
Francia se ha resistido hasta ahora a la corriente liberalizadora que impera en el sector eléctrico europeo. Con muchos retrasos, y sólo tras la amenaza de una denuncia ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea, el Gobierno de Lionel Jospin aceptó la transposición de la directiva (ley comunitaria) sobre liberalización del sector que obligaba a una apertura a la competencia del 30% del mercado en el año 2000.
El Gobierno de París ni siquiera ha desarrollado todavía la legislación nacional necesaria para que esa directiva sea efectiva y logre la apertura obligatoria del 35% en 2003.
Al mismo tiempo, sin embargo, el monopolio público Electricité de France se ha embarcado en un proceso de expansión aprovechando los márgenes de mercado abiertos a la competencia en otros Estados miembros.
"EdF tiene participaciones en compañías eléctricas de numerosos países", destacan en la Comisión Europea. Y enumeran con los dedos de la mano: "En Reino Unido, Bélgica, Holanda, Luxem-burgo y Suecia". Toman aliento, cambian de mano y añaden: "En España, Portugal, Italia, Suiza y en Austria".
Sin embargo, la intención de la eléctrica pública francesa de sumar a ese listado a Alemania le costará a la compañía tener que aflojar un poco el dominio con el que atenaza al mercado de su país.
El comisario de Competencia, Mario Monti, aprovechará, pues, el último proyecto de expansión de EdF, el control de la eléctrica alemana Energie Baden-Württemberg (EnBW), para imponerle condiciones que fuentes próximas al comisario no dudan en calificar de "auténtica apertura del mercado francés".
Una compañía con un atractivo muy especial
El intento de control de EnBW por parte de EdF (que lanzó la ofensiva con la colaboración de nueve distritos alemanes agrupados en el consorcio OEW) no parecía a priori que fuera a deparar la dura intervención de Bruselas. La presencia comercial de EnBW se centra, sobre todo, en el suroeste de Alemania, donde opera en la generación, transmisión, distribución y venta de electricidad. Su actividad se complementa con la comercialización de gas y servicios de calefacción, así como participaciones en sectores tan diversos como telecomuniacaiones, reciclado y servicios financieros. Pero la compañía alemana tenía un atractivo especial para EdF. Gran parte de la clientela de EnBW se encuentra precisamente a lo largo de la frontera que el land Baden-Württenmberg comparte con el departamento francés de Alsacia y Lorena.