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Auna revisa los planes de negocio para lograr un resultado equilibrado en 2002

Mientras el grupo de telecomunicaciones Auna revisa sus planes de negocios para alcanzar el equilibrio de resultados en 2002, uno de sus accionistas, Endesa se replantea su participación accionarial. El asunto, sin embargo, no ha sido prioritario hasta ahora ya que tiene su atención centrada en la fusión con Iberdrola. Los consejos de administración de los dos eléctricas analizarán hoy los límites impuestos por el Gobierno a la operación. El presidente de la eléctrica vasca, Íñigo de Oriol, deberá además enfrentarse a la oposición de parte de sus consejeros si decide por seguir respaldando la integración. En Iberdrola se considera que las condiciones a la fusión son negativas para sus accionistas.

Endesa, Fenosa y Telecom Italia, los socios propietarios de Auna, se muestran preocupados por la evolución de la cuenta de resultados de las empresas de este grupo de telecomunicaciones. Según los analistas las pérdidas de 2000 oscilarán entre 110.000 y 115.000 millones de pesetas. Aunque esta cifra es sólo algo superior a la prevista, la inquietud surge por las proyecciones que se realizan para el año en curso; los resultados podrían repetirse.

La inversión por más de 850.000 millones de pesetas ya realizada desde que se creó el grupo, unida a la comprometida para los próximos 10 años de 2 billones de pesetas, han generado un clima de opinión en Auna sobre la necesidad de modificar la estrategia de los negocios. El objetivo es lograr en 2002 un resultado equilibrado. Para conseguir la inflexión se aplicará como principal medicina la reducción de los costes.

Sin embargo, la preocupación de Endesa, va mucho más allá. La principal prioridad de la compañía es resolver la fusión con Iberdrola en caso de que se frustre, encontrar una alternativa. Y sobre esta perspectiva se discute la conveniencia de permanecer en Auna.

Tres billones

Los casi tres billones comprometidos para sacar adelante el grupo de telecomunicaciones obligan a que, de modo inevitable, el esfuerzo de endeudamiento y de amortización tengan un impacto significativo en la cuenta de resultados.

Por ello, la obsesión del grupo no está centrada en los números rojos, sino más bien en la inestabilidad reguladora y en el deterioro de las expectativas que vive el sector de las telecomunicaciones en los últimos meses y que ha provocado un río de quejas entre las principales operadoras.

En las distintas líneas de negocio se viven situaciones conflictivas que han variado las expectativas optimistas de hace sólo unos meses y han sembrado el futuro de incertidumbres.

En telefonía celular la inquietud nace del incremento de la tasa por el uso del espectro radioeléctrico, con un impacto para Amena este año de 37.000 millones. La convocatoria de un concurso para adjudicar dos nuevas licencias de GSM, no ha hecho sino aumentar la incertidumbre.

En el negocio del cable (las principales empresas del grupo, Madritel, Menta, Supercable Andalucía, Able Aragón, se asocian en AOC) se han superado los problemas que ponían los ayuntamientos para conceder licencias de obra. Por el contrario, se han abierto nuevas inquietudes por la autorización tácita que ha recibido Telefónica para sustituir el medio billón de pesetas comprometido para tender su propia red de cable, por el despliegue de la tecnología ADSL.

EresMas, la empresa de Internet, padece idénticas incertidumbres que el resto de las compañías de la nueva economía. Quiero TV se encuentra en pleno proceso de un despliegue comercial y técnico que es tan costoso como incierto. Retevisión, entre tanto, parece haber encontrado una línea de gestión estable después de haber superado unos comienzos en los que la evolución de la empresa de telefonía fija eran la mayor preocupación de los socios del grupo.

Telecom Italia

Pero no todos los propietarios de Auna se encuentran en la misma posición. La operadora Telecom Italia parece cada día más más asentada en el liderazgo del grupo y mejor adaptada a las peculiaridades del mercado español. Este hecho ha disparado la inquietud en Telefónica, donde se conocen y temen las habilidades, sobre todo en el terreno del marketing, de una empresa que es el enemigo a batir en Latinoamérica.

Entre los directivos de Telefónica se extiende la opinión de que a Telecom Italia le interesa maximizar la resonancia de las pérdidas de Auna, a fin de crear una sensación de "ahogo económico entre sus socios" que fortalezca su liderazgo. Aseguran que su política consiste en acelerar inversiones y amortizaciones a fin de estar cuanto antes preparada para ser el principal competidor de Telefónica.

 

La gota que colma la paciencia de la eléctrica es la tasa del móvil

El incremento de la tasa que se aplica a las empresas de telefonía móvil por el uso del espectro radioeléctrico aprobado por el Gobierno supone para Amena un desembolso anual de más de 37.000 millones de pesetas. Según se recoge en un documento interno de Auna cuyo título es "Valor de la tasa antes y después de la modificación", en 2001 Amena deberá pagar 10.540 millones por este concepto por la explotación de la licencia GSM 1.800 más 27.117 millones por la explotación de la licencia UMTS. Este nuevo impuesto, que se viene a sumar a las pérdidas por 75.000 millones de pesetas que arrojará en el ejercicio de 2000 la empresa celular de Auna y la inversión por 378.000 millones de pesetas que ha tenido que realizar en sus dos años de existencia, ha sido la gota que ha colmado el vaso de la paciencia de Endesa. La compañía eléctrica entró en el negocio de las telecomunicaciones a sabiendas que el esfuerzo financiero debía ser alto, pero entre sus directivos se ha asentado el convencimiento de que se ha sobrepasado hace tiempo el límite de lo razonable.

El documento de Auna analiza el impacto que la variación del impuesto tiene para cada uno de los operadores celulares presentes en el mercado, en función de las distintas licencias de móvil que explotan. En el caso del permiso de operación para la tecnología analógica TACS que sólo explota Telefónica Móviles (la marca MoviLine que está en franco retroceso), la tasa supone un desembolso anual de 939 millones de pesetas y no ha registrado incremento. Para las dos licencias de GSM 900 que explotan Airtel y Telefónica Móvil (MoviStar) el incremento de la tasa supone un 428% al pasar de 1.032 a 5.446 millones. El aumento del impuesto para los tres permisos de GSM 1800 (Telefónica Móviles, Airtel y Amena) representa una variación al alza del 666% al pasar de los 1.376 millones que pagaron en 2000 a los 10.540 millones que deberán desembolsar en el presente ejercicio. Las cuatro empresas que tienen licencia de UMTS (las tes citadas más Xfera) soportarán un incremento de la tasa del 3.211% al pasar su importe de 818 a 27.117 millones de pesetas.

 

La CNMV estudia esta semana la OPA de EDP a Cantábrico

La Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) estudia esta semana la Oferta Pública de Adquisición de acciones lanzada por Electricidade de Portugal (EDP) y Cajastur sobre el 100% de Hidrocantábrico. Medios consultados estiman que la oferta será autorizada en un plazo no superior a dos o tres días ya que el organismo supervisor del mercado bursátil no ha solicitado, por ahora, información adicional que suponga un reinicio del período legal.

Asimismo, mañana martes concluye el plazo para la OPA, ahora vigente, que Ferroatlántica, del grupo Villar Mir, emitió sobre la eléctrica asturiana a 19 euros por título, y que ha sido unánimemente rechazada por los accionistas del grupo que preside âscar Fanjul.

Medios bursátiles siguen a la espera de la posible OPA del grupo alemán RWE, que ha reconocido ante la CNMV su serio interés por la eléctrica asturiana. Su oferta debería superar un 5% la anterior y alcanzar así los 25,2 euros por acción. Según fuentes del sector, el líder alemán utilizaría a Cantábrico como plataforma para introducirse en España.

Desinversión

Por su parte, Texas Utilities (TXU), que ha suscrito un acuerdo irrevocable con EDP y Cajastur, espera ingresar 110.880 millones de pesetas (630 millones de dólares) por la venta de su participación del 19% de Hidrocantábrico, así como por otros activos, anunció la compañía estadounidense.

TXU explicó que su intención de vender sus títulos en la compañía asturiana, junto a otras actividades de explotaciones de gas natural, se inscribe "en un programa de desinversiones" y concentración en otras áreas.

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