Los países emergentes aún deben afrontar tiempos duros
La desaceleración en EE UU ofrece buenas oportunidades a los mercados emergentes, pero lo cierto es que su fragilidad en los mercados internacionales y la inestabilidad política y social que soportan no ofrecen perspectivas muy positivas a corto plazo.
Aún nos esperan tiempos duros". Esta afirmación del gobernador del Banco Central de Turquía, Gazi Erçel, podría hacerse extensible a todas las economías emergentes, a juzgar por los análisis efectuados en los debates del World Economic Forum.
Los expertos consideran que la desaceleración en EE UU beneficia a estos mercados, en forma de tipos de interés a la baja, y que les dota de mayor atractivo para las inversiones de capital. Además, reconocen que estos países han abordado una serie de reformas estructurales en sus economías que les ofrecen buenas bases para reactivar su crecimiento.
Pero lo cierto es que estas economías son las más frágiles ante cualquier alarma en los mercados internacionales y que su esperada recuperación no acaba de llegar nunca. A juicio de los expertos reunidos en Davos, su principal problema es la inestabilidad política y social que afronta.
"Los esfuerzos realizados, en muchos casos durante años, por los gobiernos de estos países han reducido los ingresos de sus ciudadanos y a cambio no acaban de percibir ninguna mejora en su situación personal. Eso deteriora la confianza y propicia protestas sociales" asegura William Rhodes, vicepresidente del Citigroup.
Este análisis es especialmente fiel en el caso de Argentina, donde la situación se ve además agravada por la convocatoria de elecciones al Parlamento en el próximo mes de noviembre.
Los países asiáticos siguen manteniendo un fuerte atractivo para las inversiones, según Rana Talwar, del Standard Chatered Bank de Londres, aunque advierte que una desaceleración estadounidense más fuerte o prolongada de lo previsto perjudicaría seriamente al comercio en la zona.
Las economías de Oriente Próximo, por el contrario, se enfrentan a las tensiones originadas por el enfrentamiento palestino-israelí. "Hemos hecho los deberes, pero el principal problema de la zona escapa a nuestro control", reconoció el ministro jordano de Economía, Mohammad Halaiqah.
Por su parte, el financiero George Soros habló en su intervención de ayer de la desaceleración que está protagonizando EE UU y dijo que "lo más probable es que ya estemos en recesión". Soros se lamentó además de cómo afectó al sistema global la crisis financiera de 1997, de la que dice "aún no se ha recuperado".