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Detroit abre el Salón del Automóvil con un presupuesto de 70,4 millardos

Los Tres Grandes de Detroit -GM, Ford y Chrysler- han cerrado 2000 con caídas o mínimos incrementos de ventas en EE UU en un año en el que se han matriculado 17,4 millones de autos. Un récord que han aprovechado los fabricantes asiáticos y europeos. Pero en la cuna del automovilismo americano, Detroit, se ha puesto buena cara al mal tiempo y hoy se abre un Salón del Automóvil con un presupuesto de 400 millones de dólares (70.400 millones de pesetas).

Pese a los reveses que han recibido en los últimos meses de 2000 los anfitriones de Detroit, nadie ha querido que el frío del invierno de esta ciudad, en la frontera con Canadá, se cuele a las instalaciones del Cobo Center (sede del salón). La primera de las fiestas del automóvil del año se celebra con un derroche de imagen.

Sofisticados montajes de vídeo, una estudiada luminotecnia, pabellones de cuidado diseño y decenas flores que contrastan con las nevadas en el exterior. En total, los expositores han manejado un presupuesto de 400 millones de dólares para dar la mejor de sus imágenes.

Se trata de vender, y del 7 al 21 de enero pasearán entre los pabellones periodistas y mucho público. En 2000 se recibieron 802.301 visitantes.

El despliegue de medios trata de hacer olvidar el llamado aterrizaje suave de la economía estadounidense después de más nueve años de crecimiento ininterrumpido. Un ejemplo. Se calcula que General Motors ha invertido 50 millones de dólares en el mayor de los pabellones del Cobo Center y Nissan. Ya de vuelta al camino de la rentabilidad, cambia la tradicional moqueta por un suelo hecho de resina de color mostaza que es la primera vez, que se ve en un salón, delimitada por espacios de madera teñida de azul.

La Nissan de Carlos Ghosn, su celebrado consejero delegado, quiere renovar su imagen en el mejor de sus mercados y para ello hoy presentará el diseño de un deportivo, el Z, que probablemente saldrá a la venta en 2002. El Cadillac Vizon, el nuevo Ford Thunderbird, el Lexus RX 300 o el Mini Cooper de BMW serán algunos de los coches que harán su debú en el mercado americano a lo largo de los próximos meses.

Perspectivas

A todos ellos les espera una dura competencia, sin embargo. Apagadas las luces de la muestra, vuelven los números. Ningún analista espera que las ventas de 2001 puedan batir las del año pasado. Los más optimistas creen que este año las matriculaciones en Estados Unidos caerán entre un 5% y un 8%, hasta los 16 o los 16,5 millones de unidades, pero recuerdan que la referencia es el año récord de ventas.

El sorprendente recorte de tipos decidido por la Reserva Federal el pasado miércoles no ha ayudado a levantar los ánimos de los industriales, particularmente de los americanos, que son los que más cuota de mercado pierden frente a asiáticos y europeos.

Rick Wagoner, presidente de GM, brindaba en una fiesta de Año Nuevo por una bajada de tipos. El regalo de Navidad llega tarde, según Graeme Maxton, analista de Autopolis, "la caída del mercado empezó hace tres meses y el recorte de la Reserva Federal no se empezará notar de forma inmediata".

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