España, atenta a los cambios en el sistema financiero germano
El proceso de privatización del banco público alemán WestLB, y los continuos intentos de la banca germana por aumentar el grado de consolidación del sistema financiero es seguido muy de cerca por las cajas de ahorro y los bancos españoles. Y no sólo por sus inversiones en las entidades del país.
La posibilidad de que Bruselas introduzca modificaciones en la legislación comunitaria, pensada inicialmente para las cajas alemanas, puede igualmente repercutir en las entidades españolas. La pasada primavera, el comisario europeo de la Competencia, Mario Monti, estuvo a punto de abrir un expediente a las cajas españolas por razones similares. Sin embargo, las entidades de ahorro españolas demostraron ser de carácter privado, algo no aplicable a las alemanas.
Pero esto no ha evitado que la CECA siga de cerca estos acontecimientos. Por ello, este asunto ocupó un lugar destacado en el consejo de la CECA celebrado el 15 de noviembre. En repetidas ocasiones, no obstante, el ministro de Economía, Rodrigo Rato, ha descartado un cambio en la naturaleza jurídica de las cajas (o lo que es lo mismo, su privatización). Por si acaso, las cajas en España no pierden detalle de los acontecimientos.
El revuelto panorama financiero alemán, que el pasado año sufrió dos sonados conatos de fusión (entre el Deutsche Bank y el Dresdner en abril, y entre el Dresdner y el Commerzbank después de verano) también despierta interés en España por las participaciones que poseen los bancos españoles en Alemania y las entidades centroeuropeas en España.
BSCH y La Caixa son los dos bancos que tienen intereses accionariales en bancos alemanes. Sumadas, sus participaciones valen 481.000 millones. El BSCH posee un 5,1% del Commerzbank, cuarto banco alemán, con un valor de mercado de 138.000 millones. La Caixa, por su parte, es titular de un 3,8% del Deutsche Bank, el mayor banco europeo, acciones que valen 343 millardos.