El dinero virtual irrumpe en los medios de pago
La tarjeta ofrece nuevas prestaciones, aunque ganan terreno las opciones digitales

Nuestra forma de comprar ha cambiado, y con ello el modo en que pagamos. Los últimos datos del Banco de España hacen una radiografía completa de las tendencias: el 57% de los consumidores siguió utilizando en 2025 el efectivo en sus compras en establecimientos físicos, frente al 59% de 2024. Mientras, la tarjeta bancaria se mantiene como la segunda opción más utilizada por la población (el 27% del total frente al 30% del año anterior), seguida por el móvil, que incrementa su uso hasta el 15% desde el 11% anterior.
Entre particulares se plasma la misma situación, siendo el efectivo el medio elegido por el 57% de las personas, aunque en un año cae desde el 63%, dando mayor peso al bizum, que pasa del 33% al 37%. Esta evolución marca el futuro, donde cada vez tendrán mayor protagonismo los pagos digitales, que se han duplicado en nuestro país desde 2022 de acuerdo con el Banco de España, y la inteligencia artificial (IA) generativa, que será la principal herramienta revolucionaria y de seguridad en las transacciones.
“El sector financiero se encuentra inmerso en una gran transformación, acelerada por la pandemia”, señala PwC. En su informe Payments 2025 & Beyond, la consultora prevé que en 2030, “los pagos electrónicos prácticamente se tripliquen en el mundo, hasta superar los tres billones de operaciones”.
LAS CIFRAS
57% de los consumidores pagó en efectivo en los establecimientos físicos en 2025, mientras que el uso del móvil subió del 11% al 15%.
3 billones de operaciones a nivel mundial espera PwC para 2033, lo que supondrá multiplicar por tres los pagos electrónicos.
Para Visa, “la forma de pagar y recibir pagos ha cambiado más en los últimos cinco años que en los últimos 50”. Hace un año, la compañía puso en marcha “la nueva generación de experiencias de tarjetas de pago verdaderamente nativas digitales, que llevarán a los consumidores a un futuro más personalizado, cómodo y seguro”.
Mastercard espera que “para 2030 los compradores ni siquiera necesiten un número de tarjeta físico, ni tengan que introducir una contraseña o un código para realizar una transacción online, gracias a la combinación de la tokenización, la autentificación biométrica y el monedero digital click to pay”. Para 2033 prevén que ninguna tarjeta de crédito y débito tenga banda magnética.
El futuro de los pagos estará marcando también por “las divisas digitales, el open banking, el compra ahora y pague después, las carteras digitales, los sistemas integrados, las operaciones internacionales transparentes y asequibles y las infraestructuras para tiempo real”, según Ernst & Young (EY).
