Banca: evolucionar sin perder la esencia del negocio

El sistema financiero está inmerso en una revolución digital, sin olvidar la proximidad con el cliente. La estrategia se abre paso a nuevos objetivos como la descarbonización

Tarjeta contactless.Oscar Wong (Getty Images)

El sector bancario lleva desde 2008 en continuo proceso de transformación. El punto de partida fue el estallido de la burbuja inmobiliaria y ha desembocado en la creación de entidades mucho más solventes acordes a la exigente normativa europea. Casi sin descanso ha tenido que adecuarse, además, a la revolución tecnológica, al cambio climático y a las nuevas tendencias económicas y sociales. En este proceso han aparecido nuevos actores, como las fintech o los neobancos, que han empujado a nuevas estrategias.

La banca de antes nada tiene que ver con la de ahora, con menos sucursales, más operatividad a distancia, mayor competitividad de terceros, y el incremento de servicios y productos. El objetivo sigue siendo el cliente, con el añadido de no dejar a nadie fuera del sistema financiero. Pero parece que la consolidación del sector no termina aún y la ofensiva de BBVA por Sabadell, con el lanzamiento de una opa hostil, es una muestra de ello.

La optimización de costes y la diferenciación del servicio serán cada vez más relevantes

Ana Rueda, profesora de la Universidad Carlemany, explica que la “banca española es muy competitiva y ha sabido adaptarse a los grandes cambios tecnológicos. Está claro que la competencia será cada vez mayor, incorporándose en el mercado nuevos competidores provenientes de otros sectores. Todo hace pensar que los márgenes serán cada vez más estrechos, por lo que la optimización de los costes y la diferenciación en el servicio será cada vez más relevante”.

Con respecto a los neobancos, Rueda señala que “están acaparando una parte del mercado, llegando a superar el 30% de la cuota”. Por ello, “algunas entidades tradicionales han decidido crear filiales en forma de neobancos, y otros han apostado por modernizar su tecnología para que la mayor parte de las gestiones (si no todas) puedan hacerse online”. Pero sigue habiendo diferencias entre unos y otros: “La tradicional ofrece un trato personalizado, con mayor confianza para los clientes adversos a operar por la red”.

Jaime Martínez, profesor de OBS Business School, opina que “la inversión que realiza el sector en digitalización y reorganización de sus estructuras permite competir con los neobancos en su propio terreno, el digital”.

El sector se encuentra en proceso de cambio desde la crisis de 2008

El negocio exterior es y será otro eje de peso en la actividad. “La internacionalización y la globalización de los sectores financiero y asegurador representa una estrategia fundamental para su expansión y sostenibilidad en el futuro. No solo es una estrategia de crecimiento, sino una necesidad para mantener la competitividad global, mitigar los riesgos asociados con la concentración en un único mercado y aprovechar las oportunidades en diferentes regiones. Además de diversificar sus ingresos y beneficios, esta tendencia permite reforzar su capacidad de innovación y adaptarse ante fluctuaciones generales”, dice Alfonso Jesús Torres, de UNIE Universidad.

Pese a los retos, los bancos miran el futuro con optimismo. “En Santander vemos grandes oportunidades si aprovechamos nuestra combinación única de liderazgo local y global a través de nuestros grandes cinco negocios”, aseguran fuentes de la entidad. La tecnología será clave: “El despliegue de este modelo operativo común viene acompañado de la implantación de nuestra propia plataforma tecnológica global. Esto nos permite situarnos como seguros, confiables y capaces de apoyar al cliente en su ciclo vital y necesidades financieras, algo que no pueden ofrecer los neobancos”.

Santander considera que para “volver a crecer con fuerza, hay que invertir más en conocimiento e innovación, y que eso se transforme en creación de empresas, y en tecnología, descarbonización, y tener políticas que promuevan la competitividad, la productividad y la reducción de la pobreza”.

Mientras, CaixaBank contempla la presencia de los neobancos como un factor “no necesariamente negativo, porque nos obliga a innovar permanentemente para ofrecer mejores servicios y productos. Apostamos por un escenario de colaboración abierta con startups y fintech, que permita crear alianzas para testar nuevas soluciones, mejorar la agilidad y la eficiencia y fortalecer nuestro ecosistema de innovación”. Sobre la inteligencia artificial (IA) generativa, opina que “tiene un potencial inmenso para mejorar la productividad, la comunicación con el cliente o la programación. Es fundamental situar el avance de la tecnología al servicio de las personas y construir cualquier desarrollo sobre una base de principios éticos y de transparencia”. La entidad cuenta con la mayor red de oficinas en España, con presencia en más de 2.230 municipios, el 40% en zonas rurales de menos de 10.000 habitantes, y quiere movilizar 64.000 millones en finanzas sostenibles entre 2022 y 2024.

Por su parte, “la innovación ha sido siempre clave en la estrategia de BBVA”, según el banco. Por eso, están haciendo una apuesta “decidida por la inteligencia artificial, convencidos de que esta tecnología nos permitirá marcar la diferencia en la relación con los clientes”. La entidad cuenta con “una estrategia muy ambiciosa que involucra a todas las áreas y geografías del grupo para sacar el máximo valor a la IA generativa”, con más de 100 proyectos identificados en una primera fase.

Un momento crucial con importantes retos

Probablemente estemos ante el momento más trascendental del sector bancario en España y en Europa. Es la opinión del profesor Jaime Martínez, quien considera que “los procesos de reestructuración más violentos están prácticamente terminados y se están incorporando las nuevas tecnologías con bastante celeridad. Con los tipos altos y el gran protagonismo ante la sostenibilidad son un buen aliciente para atisbar un buen futuro optimista”.

Para Banco Santander, “la base de todos los problemas es la falta de crecimiento, que, al mismo tiempo, es nuestra mayor oportunidad. Los bancos desempeñan un papel fundamental en la financiación del crecimiento y estamos convencidos de que con solidez tendremos economías fuertes”. 

Mientras, CaixaBank destaca “la adaptación a los cambios demográficos. El envejecimiento de la población impactará la demanda de servicios financieros. La mayor esperanza de vida aumenta la demanda en asesoramiento y en servicios ligados a la generación silver. Surgen nuevas necesidades, como la protección del patrimonio, soluciones para la transmisión y sucesión, servicios de dependencia, soluciones de adaptabilidad del hogar, de movilidad...”.


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