La Feria del Libro se digitaliza sin renunciar al papel
La 76 edición quiere superar los dos millones de visitantes del pasado año Esta vez, Portugal será el país invitado
Corría el año 1933 cuando se celebró la primera edición de la Feria del Libro de Madrid, organizada por el gremio de libreros de la localidad. Entonces, varias decenas de puestos ocuparon el Paseo de Recoletos de la ciudad, dando forma a este evento que, si bien por aquel entonces se alargó durante seis días atrayendo a unas pocas miles de personas, hoy se extiende durante 17 jornadas, en los jardines del Parque del Retiro, llegando a sumar a más de dos millones de visitantes. Y con vistas a seguir ampliando esta cifra. Esta edición, la número 76, aspira a seguir impulsado y llevando al evento madrileño al grupo de las principales ferias de habla hispana en el mundo, "teniendo en cuenta siempre a todos los elementos que forman parte de la cadena del libro, entre escritores, libreros, editores, lectores y empresas", ha explicado hoy la presidenta de la Feria, Reyes Díaz-Iglesias, en el Palacio de Cibeles de Madrid.
Para ello, el primer objetivo es seguir mejorando las cifras de la pasada edición, en la que la facturación pasó levemente de los ocho millones de euros. "Durante los últimos años, la feria ha alcanzado cotas de excelencia muy notables, incluso en los años de la crisis, en los que se ha mantenido", recordó el director de la Feria, Manuel Gil Espín, que estrena mandato en esta edición, sustituyendo al anterior director, Teodoro Sacristán. El reto, prosiguió Gil, es mejorar estas cifras, "con pequeños cambios desde la continuidad. Será una buena feria, por lo que lanzamos un cauto mensaje de optimismo y confianza".
Subirse a la ola digital ha sido una de las primeras decisiones. "No puede obviarse la influencia de las redes sociales en los consumidores y empresas, tampoco la irrupción de la digitalización en el sector", continuó el director. Por eso, en esta edición van a añadirse diferentes elementos tecnológicos a lo largo de todo el recinto, pero únicamente enfocados a mejorar la experiencia de compra y de consumo de los lectores, así como a hacer más fácil el trabajo a los libreros y editores a lo largo de las jornadas. "No podemos olvidar que la nuestra es una feria de papel". Entre estas mejoras está, por ejemplo, el acceso a un internet más potente, con wifi en cada una de las más de 300 casetas participantes y 400 expositores.
También, desarrolló Gil Espín, habrá otras novedades. Entre tanto libro y papel también habrá hueco para el big data. Más de dos millones de personas pasearon el año pasado entre los puestos de la feria, "y hoy ya podemos preguntarles qué hacen, qué compran, cómo les gustaría que fuese el evento, qué cambiarían... y compartir toda esta información con el gremio de libreros, editores y sector en general para mejorar las siguientes ediciones".
Como novedad añadida, la Feria del Libro de Madrid pretende convertirse en sostenible, gracias a una iniciativa llevada a cabo por la propia organización y abrazada por el Ayuntamiento de Ahora Madrid, que espera repartir hasta 1.200 árboles a los asistentes para que sean plantados. "No podemos olvidar que este tráfico de personas, movimiento de coches y despliegue de infraestructuras tiene consecuencias en el parque, y queremos reducirlas todo lo posible", recalcó Gil Espín.
Repartiremos hasta 1.200 árboles para plantar
Manuel Gil Espín
Y así como el año pasado le tocó el turno a Francia, en esta edición será Portugal el país invitado, "algo que para nosotros es motivo de orgullo, siendo conscientes del gran reto que supone poder ofrecer en solo 17 días una visión global de las letras portuguesas", afirmó el embajador del país en Madrid, Francisco Ribeiro de Menezes. La feria contará con pensadores y escritores del país vecino de la talla de Eduardo Lourenço, Nuno Júdice o José Luis Peixoto. "Será una oportunidad perfecta para acercarse a la cultura y letras de Portugal en una de las citas anuales que los madrileños asumimos como una gran responsabilidad", recalcó la portavoz del Ayuntamiento de Madrid, Rita Maestre.
La Feria también incluirá, por primera vez, programas específicos destinados a los jóvenes, el público al que más complicado le resulta acceder a la industria librera. Habrá cursos de booktubers, concursos de escritura instantánea. Además, contará con homenajes a figuras destacas de las letras, como Gloria Fuertes o Miguel Hernández. "Vamos a superar las 5.000 actividades", resumió el director.