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El grupo español de aluminio pretende dotar a su filial Alucoil con siete fábricas

Alibérico compra una planta en EE UU y planea invertir en Asia y Australia

El mayor grupo español de transformación de aluminio, Alibérico, tiene en marcha un plan de crecimiento, especialmente a través de su filial Alucoil, que le ha llevado a comprar una planta en Carolina del Sur (EE UU) y a buscar ubicaciones para otras tres en Asia y una en Australia. Su intención es cuadruplicar la actual facturación en 2015 y crear una red de siete fábricas de paneles de composite de aluminio en todo el mundo.

Alibérico compra una planta en EE UU y planea invertir en Asia y Australia
Alibérico compra una planta en EE UU y planea invertir en Asia y AustraliaALIBæpermil;RICO / ROBERT SOLANA

El empresario Clemente González Soler se ha propuesto llevar a Alibérico hasta el último rincón del planeta donde exista demanda potencial de productos de aluminio.

Su gran fortaleza reside en la fabricación de paneles de composite de aluminio para la industria, construcción y el transporte, actividad en la que opera a través de la filial Alucoil. La central de producción se encuentra en Miranda de Ebro (Burgos), pero la firma ya da pasos decididos en Estados Unidos y Brasil.

Alucoil ha cerrado a finales de 2011 la adquisición, al grupo estadounidense Intraco, del 100% de la compañía Intrabond. Una operación que lleva aparejada una inversión de 12 millones de euros y que da acceso a Alucoil a su segunda fábrica de paneles de composite de aluminio, la primera del grupo en EE UU, concretamente en Carolina del Sur.

El grupo busca cuadruplicar sus ingresos en 2015

De forma paralela, Alucoil consolida su presencia en Suramérica con la construcción de una tercera planta en Brasil. Un proyecto que debe estar operativo en 2013 y que responde al acuerdo firmado el pasado verano con la cotizada brasileña Teknos. En este caso, ambas han creado una joint venture, Alucoil de Brasil, para explotar la instalación planificada en São Paulo.

Con dos centros productivos, en España y EE UU, y un tercero en obras en Brasil, Alucoil no parará hasta reunir siete fábricas. Según confirma González Soler, Asia y Australia serán los próximos destinos. En el primer continente, donde analizan oportunidades en India, Indonesia o Vietnam, entre otros países, persigue la construcción de tres centros; mientras en Australia se levantaría una fábrica.

Segmento 'low cost'

El plan estratégico 2011-2015 de Alibérico contempla la posibilidad de que una de las instalaciones de Alucoil en Asia esté dedicada a productos de bajo coste, con la clara intención de competir con los mayores fabricantes chinos. Un proyecto para el que no se ha decidido aún la ubicación.

"Quiero que Alucoil ocupe el liderazgo mundial en paneles composite de aluminio en 2015", afirma Clemente González. De la planta de Miranda de Ebro salen anualmente 1,5 millones de metros cuadrados, frente a los más de 10 millones de metros cuadrados que comercializa Río Tinto Alcan, rival a batir que surge en 2007 de la integración de la australiana Río Tinto y la canadiense Alcan.

En cuanto a cifras de facturación, Alibérico pretende, como mínimo, cuadruplicar los ingresos de sus filiales a la vuelta de cuatro años. El grupo calcula unos ingresos de 200 millones al cierre de 2011, de los que 100 millones se deben a su propia actividad (es la cifra que debe multiplicarse como mínimo por cuatro) y otros 100 millones proceden de la consolidación de participadas. A día de hoy, la mitad de la facturación global se cosecha fuera de España

Al margen de las fábricas de Alucoil para paneles, Alibérico cuenta con otras diez plantas en España y cuatro en Europa. De igual modo que sus planchas, bajo la marca Larson, se encuentran en las fachadas de edificios singulares de toda Europa, Alibérico también se dedica a la producción de envases para el sector de la alimentación, con clientes como Nestlé, o se puede ver su aluminio en el catering de las aerolíneas, la tapa de un yogur de Yoplait, mermeladas de Hero, o en el envoltorio de un bombón de Ferrero Roché.

Procedente de Alcan, González Soler fundó la empresa en 1996. En su modus operandi figura la compra de empresas en dificultades para reestructurarlas; la reinversión de los beneficios -la empresa no paga dividendos-, y el nulo recurso a la deuda bancaria.

A por la especialización en la planta de Burgos

Además de la producción de paneles composite para el revestimiento de fachadas, Clemente González Soler tiene buena parte de sus esperanzas depositadas en un producto al que ha puesto la marca Larcore.Se trata de paneles de aluminio en nido de abeja, pensados para autobuses, camiones, trenes, barcos y ascensores, además de estar indicados para vestir fachadas, donde se premia la resistencia y rigidez teniendo en cuenta la necesidad de máxima ligereza.Su planta de Miranda de Ebro (Burgos) es la única del mundo capaz de fabricar en continuo este tipo de paneles, con un ancho máximo de dos metros.El presidente de Alibérico señala que Larcore ha sido utilizado ya por la constructora Strabag en Austria y que se están evaluando posibilidades de implantación en toda Europa.

Áreas estratégicas

El gigante del aluminio Río Tinto Alcan estima que la mitad del suministro mundial de aluminio procede en la actualidad de China, India y Oriente Próximo. Un porcentaje que subirá hasta el 67% en 2020, cuando solo China abastecerá la mitad de la demanda mundial.

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