El Telescopio Hubble de la NASA crea un mapa de la galaxia Andrómeda de un tamaño descomunal
Conseguir esto ha llevado nada menos que 10 años
En sus 34 años orbitando la Tierra, el poderoso Telescopio Espacial Hubble de la NASA ha descubierto trillones de galaxias en el universo. Sin embargo, una destaca por encima del resto, brillando con luz propia entre estrellas y nebulosas: Andrómeda (Messier 31). Y de ella se ha conseguido algo que no existía hasta la fecha y que te contamos lo que es.
Esta galaxia se erige como la isla estelar cercana más importante de nuestra Vía Láctea, y puede ser observada a simple vista en una noche clara de otoño como "un tenue objeto con forma de cigarro, aproximadamente del tamaño angular aparente de nuestra Luna“, según la propia NASA.
Hay que recordar que el homónimo del telescopio, el astrónomo estadounidense Edwin Hubble (1889 - 1953), fue el primero en descubrir que esta nebulosa espiral existía a millones de kilómetros de nuestra propia galaxia, la Vía Láctea, a 2,5 millones de años luz para ser precisos. Recordemos que un año luz es la distancia que recorre la luz en un año terrestre, lo que equivale a unos 9 billones de kilómetros.
Hubble, la herramienta utilizada por la NASA
Antes de la revelación de Hubble (el hombre, no el telescopio), los astrónomos pensaban que la Vía Láctea abarcaba todo el universo. "De la noche a la mañana, el descubrimiento de Hubble puso la cosmología patas arriba al revelar un universo infinitamente más grandioso“, afirma la NASA.
Desde el descubrimiento de Andrómeda, el Telescopio Espacial Hubble ha llevado a cabo el estudio más completo de este increíble imperio de estrellas, creando el mosaico más grande jamás ensamblado a partir de observaciones del telescopio. Esta tarea monumental requirió diez años, 1.000 órbitas del Hubble y más de 600 instantáneas superpuestas, compuestas por al menos 2.500 millones de píxeles. El resultado es una panorámica impresionante de Andrómeda, que se extiende seis veces el diámetro aparente de la Luna llena en el cielo nocturno.
"Con el Hubble podemos obtener detalles enormes sobre lo que está sucediendo a escala holística en todo el disco de la galaxia. No se puede hacer eso con ninguna otra galaxia grande“, declaró Ben Williams, investigador principal de la Universidad de Washington. La NASA añade: ”sin Andrómeda como referencia para las galaxias espirales en el universo en general, los astrónomos sabrían mucho menos sobre la estructura y la evolución de nuestra propia Vía Láctea. Esto se debe a que estamos inmersos dentro de la Vía Láctea. Es como intentar comprender el diseño de la ciudad de Nueva York estando de pie en medio de Central Park“.
Las capacidades de imagen del Hubble permiten resolver más de 200 millones de estrellas en la galaxia de Andrómeda, detectando solo estrellas más brillantes que nuestro Sol. Parecen granos de arena en la playa. Pero eso es solo la punta del iceberg. Se estima que la población total de Andrómeda es de 1 billón de estrellas, con muchas estrellas menos masivas que caen por debajo del límite de sensibilidad del Hubble.
Un éxito de la NASA
Fotografiar Andrómeda fue una tarea hercúlea, según la NASA, debido a que la galaxia es un objetivo mucho más grande en el cielo que las galaxias que el Hubble observa habitualmente, que a menudo están a miles de millones de años luz de distancia. Daniel Weisz, de la Universidad de California, Berkeley, describe a Andrómeda como un "desastre ferroviario“, algo que deja claro lo complicado de lo que se ha conseguido.
La exploración de Andrómeda por parte del Hubble no solo nos ofrece una visión espectacular de nuestra galaxia vecina, sino que también proporciona información crucial sobre la estructura y evolución de las galaxias espirales, incluida nuestra propia Vía Láctea. El legado del telescopio del que hablamos continúa inspirando nuevas investigaciones y allanando el camino para futuros descubrimientos con telescopios como el James Webb y el Nancy Grace Roman.