Apple tiene un gran motivo para dejar de lado las Apple Vision Pro 2: no puede competir con sus próximos rivales
Se centrará en unas gafas inteligentes.

A principios de semana nos sorprendimos con una noticia totalmente inesperada, ya que Apple había decidido abandonar el proyecto para lanzar una segunda generación de sus populares gafas de realidad aumentada Apple Vision Pro y centrarse en lanzar unas gafas inteligentes.
Teníamos muchos detalles de estas Apple Vision Pro de segunda generación, como el procesador que montaría. Pero finalmente la firma de la manzana mordida ha decidido pausar este proyecto.
Una decisión que, aunque a primera vista resulta inesperada, tiene bastante sentido si analizamos el contexto actual del mercado. Las Apple Vision Pro fueron uno de los proyectos más ambiciosos de Apple en los últimos años. Sin embargo, su elevado precio de 3.499 euros y su enfoque todavía demasiado experimental han limitado su alcance a un público muy reducido.
Además, la falta de soporte para juegos de realidad virutal ha acabado de lastrar su paso por el mercado. Y con la inminente llegada de nuevos competidores de peso, como las Samsung Galaxy XR, la compañía de Cupertino parece haber entendido que no puede seguir compitiendo en este mercado sin comprometer su rentabilidad.
Samsung y la presión de un mercado que madura
Las Samsung Galaxy XR, desarrolladas en colaboración con Google y Qualcomm, aterrizarán en el mercado a finales de octubre con un precio estimado en torno a los 2.000 dólares. A pesar de seguir siendo un producto premium, su coste será considerablemente inferior al de las Vision Pro, ofreciendo además una integración con Android XR y la inteligencia artificial de Gemini, el asistente conversacional de Google que supera con creces a Apple Intelligence.

Esto coloca a Samsung en una posición muy por delante de Apple dentro de la nueva generación de dispositivos de realidad mixta, donde el equilibrio entre prestaciones y precio será clave. Apple, en cambio, parece haber comprendido que su tecnología aún no permite reducir costes lo suficiente como para competir con garantías.
Ante esta situación, Apple ha optado por reconducir su estrategia hacia un producto más viable a corto plazo: unas gafas inteligentes que integren funciones de realidad aumentada ligera, conectividad con el iPhone y herramientas potenciadas por inteligencia artificial. Un concepto similar al de las Ray-Ban Meta, que actualmente dominan ese segmento casi sin competencia real.
El coste de producción de este tipo de dispositivos es notablemente inferior al de un casco de realidad mixta, lo que permitiría a Apple ofrecer un producto de gran calidad sin necesidad de superar la barrera psicológica de los 1.000 euros.
De momento, la compañía no ha confirmado fechas ni especificaciones, pero todo apunta a que su nuevo objetivo es conquistar el mercado de las gafas inteligentes, un espacio en pleno crecimiento y con un margen mucho más realista que el de la realidad virtual y mixta.

