La escasez de chips sigue alza y amenaza aún más el precio de los smartphones
Los plazos de entrega siguen aumentando
El fin de la pandemia, o al menos su cercanía, es una noticia de la que todos debemos congratularnos, aunque lejos de lo que pueda parecer, también tiene su lado oscuro. Y es que la demanda de productos de toda índole se ha disparado con el regreso paulatino a la normalidad, lo que está provocando una escasez de materias primas a todos los niveles. Lo que a su vez está provocando una espiral inflacionista que veremos cómo acaba. Pero en lo que atañe a la tecnología, es evidente que los smartphones y dispositivos inteligentes en general se están viendo muy afectados, y como conocemos ahora, cada vez más.
Plazos aún más amplios para las entregas de chips
Ayer conocíamos que Seat iba tener que parar la producción durante tres días por la escasez de chips, y ahora conocemos que en el terreno de los smartphones, la escasez es cada vez más patente, con plazos de entrega más amplios. Según conocemos a través de un nuevo estudio, el plazo de entrega de chips en el mes de mayo ha aumentado en siete días respecto del mes de abril, lo que eleva el plazo de entrega de nuevas órdenes de chips a las 18 semanas. Estamos hablando por tanto de un tiempo de espera de más de cuatro meses para poder entregar los pedidos que se hacían en el mes de mayo.
Se trata del intervalo de entrega más elevado que ha visto este estudio desde que se realiza entre los proveedores. El anterior pico en el plazo de entrega de chips se había producido en 2018, ahora es cuatro semanas superior al que se produjo entonces. El riesgo de esta situación a largo plazo es elevado, y que paradójicamente podría culminar con un exceso de oferta. Cabe la posibilidad de que los fabricantes de equipos entren en pánico y hagan pedidos de exceso para acaparar,y obtener un mayor stock.
Lo que quiere decir que muchos fabricantes podrían estar haciendo pedidos por encima de sus necesidades reales, lo que a su vez estaría provocando esta escasez en el corto plazo. Una pescadilla que se muerde la cola, ya que la escasez aumenta el acaparamiento de los fabricantes y a su vez alarga los tiempos de entrega. Por lo tanto es de esperar que en los próximos meses sigamos viendo un alza de los precios en multitud de productos.
