Así supera el FSD de Tesla una locura de trayecto nocturno lleno de obstáculos
El coche no vacila un segundo a la hora de tomar decisiones.
Elon Musk anunció hace escasos días la intención de la compañía de llevar su full self-driving (FSD) a muchos más propietarios, en aquellos territorios donde se pueden poner en práctica estas ayudas a la conducción (como se denominan en Europa) y que llevan solos el coche de un punto a otro sin problemas. Como podéis comprobar en el vídeo que tenéis un poco más abajo.
Y mira que en los últimos meses hemos visto vídeos de este FSD demostrando todas sus virtudes y, sobre todo, los extraordinarios niveles de seguridad que parece adoptar en cada maniobra que realiza, pero tal vez el ejemplo de hoy sea el mejor colofón posible para una tecnología que Tesla lleva afinando muchos meses con el objetivo de tenerla prácticamente acabada y distribuida entre sus clientes a lo largo de este año.
De noche y sorteando obstáculos como si nada
El ejemplo de hoy lo protagoniza un Tesla Model 3 que lleva instalada la versión 8.3 del software de los norteamericanos, y que es una de las más celebradas por el propio Elon Musk en redes sociales a lo largo de los últimos días. Y no nos extraña, porque la prueba que ha superado este coche tiene mucho mérito, a pesar de las reticencias del conductor, que en su mensaje en Twitter llegó a confesarse que se había hecho "algo" encima cuando vio lo que era capaz de hacer el coche "sin ninguna intervención [...] ¡No lo podía creer!".
Efectivamente, el vídeo es realmente impactante porque se ve al coche tomar medidas con una determinación extraordinaria, esquivando obstáculos que van apareciendo repentinamente y siguiendo el camino marcado por el navegador con una seguridad pasmosa. Además, para poner más complicadas las cosas, el conductor se arriesgó a hacer todas estas pruebas por la noche, lo que le confiere a la gesta un poquito más de mérito si cabe.
El vídeo es un ejemplo perfecto para comprobar cómo se comporta el FSD en situaciones de escasa visibilidad, intersecciones de cuatro direcciones, peatones andando cerca de los coches e incluso calles con vehículos aparcados en doble fila que siempre provocan pequeños embotellamientos en aquellas ubicaciones con un único carril en cada sentido. El Tesla Model 3 fue capaz de sortear todos estos inconvenientes con nota, llevando de punto a punto al conductor sin intervenir una sola vez. Eso sí, está por ver que, cuando la tecnología y los sistemas autónomos estén listos, testados y confirmen su seguridad, seamos los conductores los que de verdad estemos preparados para algo así. ¿No?
