Este DeLorean autónomo conduce con total seguridad y no necesita a Marty McFly
Es un proyecto de la Universidad de Stanford.
En las últimas semanas os hemos mostrado cómo las mejoras en los sistemas de conducción autónoma llevaban a los vehículos de Tesla a ser capaces de identificar conos para esquivarlos, obrando en consecuencia. Con el vídeo que os traemos ahora, de la Universidad de Stanford, os quedará claro que los pasos que se están dando en las tecnologías de conducción autónoma son increíblemente sorprendentes.
Hoy, además, este experimento va a tocar la fibra sensible de los más nostálgicos, de esos frikis que vivieron los años 80 y que disfrutaron con aquella obra maestra llamada Regreso al Futuro. No en vano, su protagonista, Marty McFly, tenía que llevar a través del tiempo a todo un flamante (por aquellos tiempos) DeLorean DMC 12 como el de esta gymkana.
MARTY y sus maniobras imposibles
Este DeLorean DMC 12, llamado MARTY por la Universidad de Stanford en homenaje a la película de Robert Zemeckis, no es solo un proyecto de conducción autónoma, sino la demostración de que un buen software puede ser la clave para conseguir vehículos completamente seguros en el futuro.
Tened en cuenta que esta prueba (que podéis ver en el vídeo que tenéis justo debajo), se llevó a cabo con la presencia dentro del habitáculo de dos de los ingenieros responsables del estudio. Un sistema capaz de trazar recorridos previos y que el vehículo luego replica al milímetro. A tanto llega su precisión, que en ningún momento del test toca un cono o desplaza alguno hasta tirarlo. Desde la Universidad hablan de que con el sistema que están desarrollando solo “las leyes de la física limitarán lo que puede hacer el automóvil", aunque están convencidos de que el "software debería ser capaz de cualquier maniobra posible dentro de esos límites".
Con estos logros sobre la mesa, imaginad todas las aplicaciones que puede tener un sistema así, en vehículos como taxis, camiones de transporte por carretera, etc., donde la automatización podría permitir una optimización de recursos nuca vista con rutas que ahorrarían tiempo y consumo de energía. Por no hablar de un ecosistema estándar, que llevaran todos los vehículos y que permitirá aumentar la seguridad vial de todos nuestros desplazamientos.
Tanto es así, que desde el equipo que realiza el estudio hablan de que "queremos vehículos automáticos que puedan descifrar las señales sutiles que los conductores dan al conducir, e incorporar esta retroalimentación al planificar el movimiento".