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El futuro pasa por neumáticos que generen electricidad para los coches

Aprovechando la fricción inferior de las ruedas al tocar el suelo.

Neumáticos Goodyear.
Goodyear

Cualquiera que mire a su alrededor verá oportunidades que se pierden a diario de generar electricidad a partir de situaciones cotidianas que vivimos todos los días. Cualquier vehículo que circule por la carretera y que frene, o que simplemente roce el suelo con la superficie de las ruedas, es una fuente de energía que se pierde si no los equipamos con la tecnología adecuada.

Y algo así han debido pensar los investigadores de la Universidad Kansai en Japón cuando imaginaron que las ruedas podrían ser una fuente de energía constante para los vehículos que las llevaran. Sobre todo si se trataba de coches eléctricos que son lo que parece que estamos abocados a utilizar todos en los próximos tiempos.

La fricción inferior de la rueda, clave

No es la primera vez que un equipo de investigadores, o una empresa fabricante de neumáticos, pone sus ojos en las ruedas como posible fuente de generación de energía, pero sí es la pionera en pensar de una manera distinta, dando la importancia que merece al efecto de fricción que se genera en el neumático cuando su huella toca la carretera.

Prototipo de neumático que genera electricidad.
Prototipo de neumático que genera electricidad.Sumitomo.

Como podéis ver en la imagen superio, el prototipo de este sistema para generar electricidad parece muy sencillo. Se trata de ese elemento cuadrado que va conectado a la llanta. En su interior (imagen inferior) hay dos capas con películas de carga positiva y negativa que se sobreponen y que entran en contacto cuando el neumático se deforma al tocar la carretera en el lugar que está instalado.

Concepto de carga por fricción de un neumático.
Concepto de carga por fricción de un neumático.Sumitomo

La idea es que a medida que el neumático rueda por la carretera y deforma su huella, se genera un tipo de electricidad estática conocida como carga por fricción que es la que vamos almacenando en la batería del coche y que puede ayudar a ganar unos kilómetros más de autonomía. No tanto por su influencia directa en el consumo del motor como a la hora de dar energía a pequeños dispositivos del vehículo, como las luces del panel de mandos, etc. Es más, a diferencia de la carga por frenado, esta se produce de manera constante mientras el vehículo está en movimiento, lo que alivia el gasto que hacemos durante la marcha con una pequeña cantidad que retorna al consumo del coche.

De momento no hay fecha para una posible comercialización de esta tecnología, pero ayuda el que cuente con el respaldo de la Agencia de Ciencia y Tecnología de Japón.

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