Los procesadores de Huawei también en peligro: ARM podría sumarse al veto
Los problemas crecen para Huawei.
Los problemas crecen para Huawei, y lo que viene a continuación puede tener tantas o más consecuencias que el veto de Google a la empresa china. Ahora es ARM la que podría sumarse a la causa, deteniendo la fabricación de procesadores para Huawei, tal y como indican desde BBC.
Un problema incluso más serio que el de Google
Esto significaría, si finalmente ocurre, que Huawei no podría crear procesadores con licencia de ARM, dejando casi sin opciones a la compañía asiática, en una sucesión de acontecimientos iniciados por el veto y la inclusión de la marca en la lista negra de Donald Trump y el gobierno estadounidense por supuestas escuchas.
La noticia trasciende especialmente porque ARM es una empresa británica -con capital japonés- a la cuál no debería afectarle en demasía las medidas que tome el gobierno norteamericano, pero según la información, tienen claro cortar las relaciones con Huawei debido a los últimos acontecimientos.
Huawei puede crear sus propios chips o procesadores de forma independiente para todas las gamas de sus smartphones, el problema llega cuando ARM está presente en prácticamente todo tipo de dispositivos, especialmente en los chips Kirin con los que Huawei puede plantarle cara a los terminales topes de gama más potentes del mercado. Si definitivamente ARM retira el apoyo a Huawei, esto supondría un golpe durísimo para la empresa. Tanto o más que el veto impuesto por Google con sus aplicaciones y servicios.
Parece que el próximo procesador de Huawei, el Kirin 985, no se vería afectado por esta medida. Pero si se lleva a cabo este nuevo veto, todos los chips que fabrique la empresa a posteriori no podrán tener relación alguna con ARM.
Desde Huawei estaban preparados para el ataque de Google, es por eso que llevan un tiempo desarrollando su propio sistema operativo. Pero era menos previsible esta medida que podrían llevar a cabo desde ARM, por lo que podría trastocar todavía más los planes de la empresa china, siendo un duro golpe para su renacimiento debido a los cambios drásticos que por obligación debe realizar durante los próximos meses.
Tienen hasta el mes de agosto para ajustar contratos con empresas norteamericanas y ofrecer garantías a sus clientes. Por ahora, tienen todo en contra. Primero fueron Google, Intel y Qualcomm, después llegó una retirada del Huawei Mate 20 Pro para ser partícipe de la beta de Android Q. Microsoft también ha iniciado un veto silencioso ante la marca china y, ahora, ARM puede asestar un golpe casi definitivo de concretarse.