Rolls Royce fabricará el avión eléctrico más rápido del mundo
Pretender doblar la velocidad máxima que el actual récord de Siemens
La electrificación no solo debe llegar a los coches, motos o camiones, sino que el siguiente paso lógico sería el de expandirse también en el entorno aeronáutico. Y eso es precisamente lo que está buscando Rolls Royce, que además de sus coches de lujo es conocida por sus motores para aviones. Ahora la compañía lidera un grupo de fabricantes que buscan crear el avión eléctrico más rápido del mundo, prácticamente doblando la velocidad máxima alcanzada por uno de estos aviones hasta ahora. Vamos a conocer las espectaculares condiciones de esta imponente aeronave.
Volará a casi 500km/h
Hasta ahora el avión 100% eléctrico más rápido del mundo ha sido fabricado por Siemens, llegando a alcanzar los 210km/h de velocidad. Ahora Rolls Royce y un grupo de pequeños fabricantes e ingenieros están enfrascados en la fabricación del que será el avión 100% eléctrico más rápido de la tierra, duplicando la velocidad máxima de este tipo de aeronaves. Concretamente, el nuevo avión liderado por Rolls Royce podrá alcanzar nada menos que los 480km/h, por lo que superará con creces la marca alcanzada por la aeronave de Siemens.
Esta nueva aeronave se espera que pueda realizar su primer vuelo en 2020, y se espera que con ella comience la tercera ola de la aviación eléctrica, que como en el caso de los coches, poco a poco va quemando nuevas etapas y utilizando tecnologías más eficientes. Detrás de este avión eléctrico habrá una batería de 6.000 celdas, que será la más densa que se haya instalado nunca en un avión. Este nuevo avión contará con una potencia máxima de 750kW, o lo que es lo mismo, la potencia necesaria para abastecer de energía a 250 hogares.
En cuanto a la autonomía, la aeronave podrá volar desde París a Londres con una sola carga de su batería, de forma ininterrumpida. Los retos para llevar a cabo la fabricación de este avión son muchos, aunque lo más problemático sin duda es encajar una baterías de estas características en un avión, grande, liviana, que pueda encajar bien en el fuselaje y que no se recaliente. Sin duda un reto que podría revolucionar la aeronáutica eléctrica, que a día de hoy parece contar con menos apoyo que la que viven los coches eléctricos, que son el centro de las políticas medioambientales de muchos gobiernos.