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Ocurre en lugares con territorios en disputa

Google Maps cambia la posición de la frontera dependiendo del país desde el que lo consultas

Desde el Columbia Journal of Transnational Law se ha descubierto una particularidad de Google Maps que se desconocía hasta ahora y que el buscador de Internet mantenía en secreto. Y es que en el popular servicio de geolocalización las fronteras se mueven dependiendo del país desde el que se visita la página.

En concreto ha sido Ethan R. Merel el que en su investigación titulada Google´s World ha descubierto que Google Maps tiene una curiosa facultad para no herir las sensiblidades de ningún país. Y es que como indica Merel, tanto Google Maps como Google Earth, los servicios de cartografía más utilizados del mundo, utilizan una metodología para ajustar las fronteras y nombrar los territorios que no se rige por ninguna norma de mapeo tradicional. "Google ajusta sus mapas a las ideas y leyes de cada país, lo que hace que la cartografía en cuestión no ofrezca de forma generalizada una imagen singular y objetiva, sino que propone una perspectiva diferente en cada parte del mundo".

Este caso se centra en lugares donde hay disputas fronterizas como puede ser Costa Rica y Nicaragua. Los usuarios que consultan los mapas de Google entrando con una IP de uno u otro país ven un mapa diferente en el que la frontera está situada donde su nación reclama que debería estar.

Pero la realidad del mundo es muy diferente y como indica Merel, el rol de Google en la geopolítica es ya comparable al grado que tienen los estamentos internacionales. Es necesario, según el investigador, la actuación de una organización de carácter y autoridad global para que ejerza de juez en estos casos en los que los mapas tienen diferentes versiones. Una posibilidad podría ser una mayor implicación de las Naciones Unidas en este sentido, quien auspicia cada cuatro años las Conferencias Cartográficas Regionales. Sin embargo, esto es algo realmente insuficiente y no permite solucionar las tensiones existentes que ahora revela Google Maps. La información que se ofrece desde este organismo tiene el problema de ser mucho menos precisa y actualizada que los propios mapas de Google, por lo que la compañía ahora bajo el paraguas de la marca Alphabet funciona por su cuenta.

No deja de ser curioso que en este mundo de la globalización en el que confiamos ciegamente en cosas como la Wikipedia o Google Maps como lo más objetivo, al final, sean recursos con un alto grado de subjetividad, ya sea por acción de los propios usuarios o por lo "políticamente correctos" que los configuran las empresas.

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