Ventajas e inconvenientes de ser el primero en tener Windows 10
Según Microsoft, Windows 10 será la revolución de los sistemas operativos y, desde luego, la compañía está echando el todo para conseguirlo. Multitud de novedades y servicios interesantes llegarán con esta actualización que promete ser un punto y aparte en la historia de la compañía como ya fueron algunos de sus anteriores sistemas, como es el caso de XP. Hoy, teniendo en cuenta que en menos de un mes Windows 10 llega de forma oficial, hemos decidido crear una guía con todo aquello que podremos disfrutar (y también podremos perder) al actualizar a Windows 10 el primer día.
Algunas de las ventajas son las siguientes:
Un entorno unificado
Windows 10 será un sistema operativo unificado, es decir, que podremos disfrutar de él en todos los dispositivos compatibles de una forma similar. Xbox One, tabletas, teléfonos móviles, ordenadores… Todos contarán con una interfaz parecida y, por supuesto, con un funcionamiento similar, lo que permitirá, por ejemplo, disfrutar de aplicaciones multiplataforma fácilmente.
Actualizaciones de seguridad “al día”
Como es habitual, un sistema operativo actualizado tendrá menos riesgos de ser infectado por parte de malware. De esta forma, estaremos más protegidos frente a posibles amenazas, aunque es algo que nunca puede saberse “a priori” ya que no se trata de una garantía.
Productividad gracias a la multitarea y a nuevos servicios
Esta funcionalidad será una de las grandes envidias de aquellos que no actualicen, y es que Windows 10 permite trabajar con escritorios virtuales y, sobre todo, con cuatro aplicaciones a la vez en una gran pantalla. Además, aplicaciones como Microsoft Edge, el nuevo navegador web de la compañía, hacen del sistema algo mucho más interesante.
En definitiva, tendrás un sistema operativo completo del que podrás hablar con los demás gracias a tu experiencia desde el primer día, pudiendo reportar los problemas que encuentres a Microsoft. Ahora bien, ¿y las desventajas?
Posible inestabilidad / actualizaciones automáticas
Uno de los principales problemas que se esperan es que las actualizaciones serán automáticas. Esto puede convertirse en un problema junto a ser el primero en probar Windows 10 ya que la inestabilidad puede aparecer cuando menos lo esperamos. Aunque el sistema operativo lleva varios meses en pruebas, siempre hemos visto como las versiones finales nuevas acaban fallando más de lo que debieran con respecto a las más antiguas y desarrolladas.
Incompatibilidad con servicios o aplicaciones más antiguas
Ya ocurrió con Windows 7 y Windows 8. En mi caso, cuando actualicé, algunas de mis apps principales dejaron de funcionar a pesar de esa supuesta retrocompatibilidad, algo que las compañías solucionaron rápidamente actualizándolas. No obstante, se trata de un grave problema que probablemente también viviremos con Windows 10, aunque esperemos todo lo contrario.
Nueva interfaz, menos flexibilidad
Las actualizaciones son geniales sí, pero traen consigo un problema, sobre todo para aquellos que tardan más en adaptarse. El nuevo sistema operativo estrenará una interfaz de usuario que posiblemente tardemos en reconocer, sobre todo aquellos que tardan más en aprender a utilizar un nuevo dispositivo.