Esto es todo lo que Twitter conoce de nosotros
Cuando un usuario se registra en nuevo servicio, como el hecho que nos ocupa hoy, en una red social, se compromete a la recogida de cierta información “privada” por parte de la compañía que ofrece este servicio. Curiosamente, aunque muchos no la conozcan, la normativa de protección de datos española contempla un derecho de acceso a estos datos que se recoge en la Ley Orgánica 15/1999, de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal (LOPD). Este derecho permite básicamente solicitar a cualquier persona que esté tratando sus datos varios aspectos relativos a la información obtenida: qué información posee, cómo la ha obtenido y si se la ha facilitado a algún tercero, todo ello de forma gratuita.
Samuel Parra, experto en privacidad, decidió entonces solicitar a Twitter Spain S.L. y Twitter Inc. el acceso a todos sus datos vinculados a la cuenta personal de Twitter. Varias semanas después y tras ciertos problemas que tuvieron que ser solucionados a través de la Agencia Española de Protección de Datos tal y como apunta en su blog, la compañía finalmente envió un correo electrónico con toda la información solicitada, ordenada y descrita a la perfección.
Entre los archivos facilitados se encontraban diversos listados en los que obviamente, se encuentra la información básica de la cuenta, cambios en el correo electrónico vinculado o el nombre de usuario, los tuits favoritos, escritos y retuiteados, seguidores, seguidos, listas… Pero lo más interesante llega al final, cuando se puede comprobar que Twitter también guarda un listado con los dispositivos móviles que han sido registrados con la cuenta de Twitter facilitada, los mensajes privados, las búsquedas realizadas en la red social, un registro de IPs que accedieron a la cuenta, indicando fecha y hora exacta de los tres meses anteriores a la petición…
En definitiva, en los servidores de Twitter se almacena prácticamente todo lo relacionado con la red social puesto que cualquier mínimo cambio queda registrado. Eso sí, la política de transparencia parece ser realmente adecuada y, en el caso de este usuario, se indica que ningún cuerpo de seguridad del Estado les ha requerido ninguna información referente a éste (en ese caso se le hace saber al usuario inmediatamente a no ser que exista una orden judicial).
Como curiosidad indicar que en el registro de accesos, Samuel pudo comprobar que existía una IP que accedió en numerosas ocasiones a su cuenta y que pertenece al operador Layer42, ubicada en Palo Alto, Mountain View, California. ¿Alguna aplicación externa consentida? Conociendo todo esto, ¿os gustaría conocer qué guarda Twitter acerca de vosotros?