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Breakingviews
Opinión
Texto en el que el autor aboga por ideas y saca conclusiones basadas en su interpretación de hechos y datos

El crédito bancario del presidente del BBVA compensa el fracaso de la fusión

El criterio de Torres en la saga parece cuestionable, pero sus resultados justifican que siga en su puesto

Los inversores del BBVA, valorado en 96.000 millones de euros, pueden respirar tranquilos. La adquisición prevista por Carlos Torres del Banco Sabadell, valorada en 16.000 millones, que parecía que iba a ser una saga complicada, ha llegado a su fin. La credibilidad del presidente se ha visto mermada, especialmente en lo que respecta a futuras operaciones. Sin embargo, sigue teniendo un historial lo suficientemente bueno como para mantener su puesto.

Las acciones del BBVA subían un 6% el viernes por la mañana después de que el regulador del mercado de valores español dijera a última hora del jueves que solo habían acudido a la opa el 25% de las acciones del Sabadell, lo que condenaba al fracaso la oferta basada en acciones. La subida del precio en Bolsa es un pequeño consuelo para Torres, cuyo criterio en relación con la larga saga parece cuestionable.

Empecemos por el precio. La mejora de los resultados del Sabadell desde la oferta de abril de 2024 erosionó la prima inicial de la oferta. Torres y BBVA nunca parecieron comprender del todo ese punto. El postor ofreció un modesto aumento a finales del mes pasado, que fue parcialmente absorbido por la caída de sus propias acciones.

Los títulos del Sabadell caían el viernes por la mañana solo 4 puntos porcentuales más que la media de sus rivales españoles Banco Santander, CaixaBank y Bankinter. Esto socava las recientes afirmaciones de Torres de que estaba ofreciendo una prima de control del 30%, lo que sugiere, en cambio, que el valor razonable estaba relativamente cerca del precio de la oferta.

También es cuestionable si el BBVA hizo bien en seguir adelante con la operación en medio de la oposición del Gobierno, dada la naturaleza políticamente sensible de los bancos. Incluso el enérgico consejero delegado de UniCredit, Andrea Orcel, cedió tras llegar a la conclusión de que los Gobiernos italiano y alemán se oponían a sus intentos de adquirir Banco BPM y Commerzbank, respectivamente. Otro punto es que sortear este tipo de problemas políticos y conseguir el apoyo de los Gobiernos forma parte del trabajo de un presidente de banco.

Torres afirmó el viernes que se quedaría a pesar del fracaso. Un argumento a favor de su salida es que ahora podría resultarle más difícil presentar futuras ideas de adquisición a los accionistas

Sin embargo, dimitir sería demasiado extremo. En primer lugar, los resultados básicos del BBVA no se han visto afectados por la saga Sabadell. Los analistas calculan que el banco está en camino de obtener un rendimiento del 19% sobre el capital tangible en 2025, 2026 y 2027. Eso está muy por encima del nivel medio de sus competidores, y en la misma línea que JPMorgan. Torres también tiene una historia de crecimiento convincente que contar, dada su presencia en mercados emergentes más dinámicos en un momento en el que los tipos de interés están bajando en Estados Unidos y Europa.

El rendimiento a largo plazo también parece bueno. Las acciones del BBVA han subido un 625 % en los últimos cinco años, frente al 430% de. Santander. Por lo tanto, Torres tiene suficiente crédito en el banco para quedarse.

Los autores son columnistas de Reuters Breakingviews. Las opiniones son suyas. La traducción, de Carlos Gómez Abajo, es responsabilidad de CincoDías

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